El River cortó de raíz su mala racha de diez jornadas sin ganar y lo hizo a lo grande. La escuadra melillense si impuso con todo merecimiento al segundo clasificado del campeonato al que maniató de cabo a rabo y al que no dejó maniobrar en ningún momento. El Antequera, que visitaba el feudo norteafricano con la etiqueta de mejor equipo visitante del campeonato, no pudo en ningún momento frenar el caudal ofensivo y de juego de los anfitriones. El técnico local planteó un partido muy valiente a pesar del potencial del rival. Tal y como adelantó en la previa su equipo afrontó el partido sin ningún tipo de complejos. Aloisio ganó la partida a J.J. Aybar, que no encontró soluciones para contener la avalancha de juego de los norteafricanos.
Los primeros cuarenta y cinco minutos solo tuvieron un dominador claro y ese fue el equipo que dirige Aloisio. Daba la impresión de que los equipos habían intercambiado su rol en la clasificación y que era el cuadro melillense el que sigue la estela del líder. Esa fue la conclusión al descanso. Lo mejor para el equipo de J.J. Aybar fue sin lugar a dudas el resultado con el que se fue al intermedio, ya que el 1-0 que reflejó el marcador no hizo justicia a lo que se pudo ver sobre el sintético federativo.
El River, que llevó en todo momento la iniciativa en el juego, pudo adelantarse muy pronto en el electrónico. No se había cumplido el primer minuto de partido y Braim se hacía con una pelota en la zona de medios visitante, avanzaba unos metros y enganchaba un zapatazo impresionante que se estrellaba en la parte inferior del travesaño con Buzo totalmente batido, pero el cuero, en lugar de alojarse en la portería, retornaba de nuevo al campo.
Casi a renglón seguido, tan solo dos minutos después, Chibi se internaba en el área y dibujaba un pase hacia atrás que Hamin, muy forzado, remataba sin fortuna. La cosa iba “in crescendo” y antes del cuarto de hora de juego Braim pudo desnivelar la contienda tras una buena acción ofensiva hilvanada por Meyid y Chibi, pero el disparo del “7” azulón se estrellaba en el cuerpo del arquero verdiblanco.
Así, hasta que cercano al meridiano del primer acto, Chibi recibía en banda derecha un pase en largo desde la medular y se marchaba en velocidad de su marcador hasta plantarse ante Buzo al que batía de tiro cruzado para poner a su equipo por delante en el marcador. El gol, muy celebrado en la grada y en el campo, premiaba el gran trabajo que estaban realizando los hombres de Aloisio ante un equipo acostumbrado a tener el balón y que sin él se encontraba muy incómodo.
Los locales pudieron ampliar diferencias cuando el crono se acercaba a la media hora de partido en una acción a balón parado desde el banderín de córner, que Hamin sacaba a pie cambiado y que a punto estuvo de convertirse en gol olímpico. El acoso de los ribereños sobre el área antequerana era constante. Braim estuvo acertado en la presión sobre un defensor y se hizo con una pelota en la frontal del área, pero el disparo del “pichichi” azulón acabó en las manos del portero andaluz.
El Antequera pudo conseguir la igualada en su único acercamiento al área azulona y de la única manera en la que podía hacerlo: a balón parado. Dani Torres remataba fuera una falta botada desde el flanco derecho poco antes de que el sevillano Hidalgo Márquez decretara el tiempo de asueto.
Segunda parte
Tras el paso por los vestuarios el panorama apenas varió. El River seguía siendo dueño y señor de la situación, aunque la posesión del medio estuviera algo más nivelada. Braim volvía a protagonizar un jugadon hasta llegar a la línea de fondo desde donde centraba hacia atrás para que Sidi enviara un lanzamiento que se perdía junto al palo derecho del portal andaluz.
Casi a renglón seguido, Meyid ejecutaba un libre indirecto a pie cambiado que Chibi, totalmente solo en el segundo palo, cabeceó fuera por muy poco. Y el propio Chibi, que completó un magnífico partido, rompía la línea adelantada de la zaga verdiblanca, se marchaba en velocidad y dibujaba un centro chut que fue envenenándose por el aire. La pelota no se colaba por la mísmísima escuadra por escasos centímetros.
Eloy protagonizó la replica antequerana con un disparo lejano que se marchó cerca del marco de Aomar, en el único lanzamiento con intención de los de Aybar a lo largo del segundo acto. El River no terminaba de cerrar el partido y el tremendo esfuerzo realizado podía pasar factura en cualquier momento. En esta ocasión no fue así, y el fútbol, por fin, volvió a ser justo con el representante melillense en la Tercera División.
Sidi se inventaba un pase y habilitaba a Pelu, que se plantaba ante el arquero andaluz. El disparo del ariete azulón lo despejaba en primera instancia Buzo, pero la pelota caía a los pies de Bilal, que de tiro ajustado establecía el 2-0 que a la postre sería definitivo.
El Antequera se lanzó a la desesperada en busca de aminorar diferencias, aunque el trabajo defensivo de los ribereños fue ejemplar, muy solidario, y sin conceder ningún tipo de ventaja al rival. Los locales pudieron redondear la faena ya en tiempo de prolongación, pero Buzo estuvo certero al atajar un disparo cruzado de Bilal.
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