El Cartagena, como se esperaba, afrontó enrabietado el partido y suyo fue el dominio durante el primer tiempo y parte del segundo. Los de Pacheta dieron la sensación de ser un gran equipo, pero al que le falta rematar la faena. Ayer pudieron hacerlo ante un Melilla desconocido que sufrió todo un calvario en los primeros 45 minutos, pero que tras el paso por los vestuarios resucitó. Los de Juan Moya supieron reaccionar para acabar teniendo entre las cuerdas a un rival que se vio superado en todas sus líneas a partir del gol del empate.
El primer acto sólo tuvo un color y ese fue el albinegro, a pesar de que el Cartagena no se prodigó en jugadas que pudieran acabar dentro de la meta melillense. Sin embargo, el primer disparo del encuentro tuvo como protagonista al azulino Andrés Sánchez que lo intentó a pie cambiado desde el vértice del área.
A partir de ahí, el equipo departamental se hizo con las riendas del duelo y la sensación de peligro acompañaba a todas sus acciones de ataque. Primero lo intentó a balón parado Óscar Rico, aunque su disparo se marchó muy desviado. Fue el preludio de lo que iba a suceder al filo del cuarto de hora de partido cuando el omnipresente Óscar Rico se marchó por la banda izquierda de cuantos le salieron al paso hasta llegar a la línea de fondo desde donde dibujó un centro medido al segundo palo para que Perona, totalmente sólo, rematara de perfecto testarazo al fondo de las mallas del portal melillense, colocando el 0-1 en el electrónico. Era el primer acercamiento con verdadero peligro de los visitantes y la eficacia resultó demoledora.
Con el gol, los de Pacheta se mostraron muy superiores y el Melilla sólo lo intentó en jugadas a balón parado desde el banderín de córner y con otro disparo envenenado de Andrés Sánchez que Víctor desvió a saque de esquina.
Con este pobre bagaje ofensivo de ambos equipos, los contendientes se marcharon al descanso.
La decoración no cambió durante el primer tramo de la reanudación en los que el FC Cartagena gozó de oportunidades para matar el partido. Así, Tonino se marchó por la banda derecha hasta llegar a la línea de fondo, pero la defensa unionista despejó a córner. Tras el saque del mismo, Florian pudo hacer el 0-2 pero su impecable testarazo lo despejó Munir con una intervención felina en la que demostró sus reflejos. Un minuto después, un nuevo desajuste defensivo de la zaga melillense dejó a Perona en inmejorable situación que finalizó con un duro disparo al que Munir respondió con seguridad.
La respuesta del Melilla no se hizo esperar y en la siguiente acción, Velasco asistió a David Vázquez que desde la frontal ajustó un disparo que se colaba por la escuadra derecha del portal cartagenero, pero Víctor lo impidió metiendo una oportuna mano para desviar a córner.
A renglón seguido, otro desajuste de la defensa local provocó un disparo de Florian que se marchó fuera. Óscar Rico volvió a poner un nudo en la garganta a los aficionados locales al ejecutar un libre directo que se marchó junto a la base del palo izquierdo de Munir.
Juan Moya decidió mover ficha y dio entrada a Chota y Domenech en el campo, a la vez que colocó a Velasco en el lateral derecho y a Andrés Sánchez como centrocampista en la banda izquierda. La cosa no le pudo salir mejor al técnico melillense, puesto que a raíz de ahí, el equipo se vino arriba y pasó de dominado a dominador.
Así, un lanzamiento a balón parado de Sergio Sánchez desde la línea divisoria, se convirtió en la jugada clave del partido. Víctor no fue capaz de bloquear la pelota y Andrés Sánchez, que seguía la jugada, aprovechó el error del meta visitante para, a puerta vacía, establecer la igualada.
El Melilla tocó arrebato y las ocasiones de peligro fueron sucediéndose. En el minuto 73, un rápido contraataque unionista acabó con un centro desde la izquierda de Andrés que Domenech controló para enganchar un potente disparo que Víctor no pudo atajar y el rechace le llegó a Chota quien, con toda la portería para él, envió la pelota fuera. A renglón seguido Domenech desaprovechó una ocasión de oro al entretenerse demasiado. César Díaz envió un balón fuera cuando tenía toda la portería para él, tras una preciosa y precisa jugada hilvanada por Chota y andrés Sánchez. El capitán azulino golpeó alto desde dentro del área tras marcharse de su marcador.
Ya en tiempo de descuento, otro rápido contragolpe azulino acabó con un disparo forzado de Andrés Sánchez tras recibir un centro desde la derecha de César Díaz. Fue la última oportunidad para desnivelar una contienda que resultó entretenida y emocionante y que tuvo momentos de buen juego y de muchas imprecisiones, además de jugadas conflictivas en las áreas donde cada equipo reclamó un penalti al trencilla de turno.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…