Una patera con diez inmigrantes de origen subsahariano estuvo a punto de entrar ayer en Melilla.
Antes de que los ocupantes de la embarcación pudieran tocar tierra, fueron interceptados por la Benemérita y una patrullera del país vecino los devolvió a Marruecos, de donde había salido con intención de entrar en territorio español.
La Delegación del Gobierno en Melilla informó a este periódico de que los hechos ocurrieron en torno a las 8:40 horas, aproximadamente, cuando la Guardia Civil avistó la patera dirigiéndose a la ciudad autónoma.
De inmediato se activó el protocolo de Salvamento Marítimo y se actuó “conforme dictan los convenios internacionales en estas situaciones”. Una embarcación del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas (GEAS) del Instituto Armado se aproximó a la patera y comprobó que sus ocupantes se encontraban en buen estado y que no precisaban auxilio alguno. A partir de este punto, fueron las autoridades marroquíes las que se hicieron cargo de la situación.
La Delegación del Gobierno no especificó a El Faro el punto en el que fue interceptada la patera por la Benemérita, ni el número de ocupantes de la embarcación. Tampoco detallaron a dónde la condujo la patrullera marroquí que se ocupó de ella.
Asimismo, insistieron en que la embarcación de los inmigrantes no llegó a entrar en Melilla, aunque se resistieron a detallar en qué punto en concreto se encontraba cuando fue auxiliada por la Guardia Civil en el mar. “Se actuó tal y como marcan los convenios internacionales, activando el protocolo de Salvamento Marítimo”, insistieron desde la Delegación del Gobierno.
Fuentes de la Benemérita consultadas por El Faro precisaron que en la patera viajaban diez inmigrantes, todos ellos de origen subsahariano, así como que la embarcación fue remolcada hasta territorio marroquí.
Este periódico consultó en la jornada de ayer a varios testigos que presenciaron el intento de la embarcación por llegar territorio español y coincidieron al señalar que la Benemérita la interceptó a pocos metros de entrar en la dársena del puerto comercial. Asimismo, indicaron que en la patera viajaban “unas diez personas”, confirmando la cifra aportada por miembros de la Benemérita a El Faro.
Por su parte, el máximo dirigente de la ONG melillense Pro Derechos de la Infancia (Prodein), José Palazón, aseguró que la embarcación ya había entrado en la zona del puerto melillense cuando la Guardia Civil salió a su encuentro.
Asimismo, subrayó que “los agentes españoles decidieron adentrarse en el mar junto a la patera para dejarla en manos de la policía del país vecino, que la condujo a territorio marroquí”.
En palabras de Palazón, se optó por realizar el intercambio lejos de la costa para evitar que hubiera testigos, al tiempo que subrayó que el caso es similar al que tuvo lugar el 15 de marzo, cuando la Benemérita devolvió a Marruecos una patera que se encontraba a “cientos de metros” de playa de La Hípica, algo que en aquel entonces el máximo dirigente de Prodein tachó de “ilegal”.
La AUGC apunta a un vacío legal
La Asociación Unificada de Guardias Civiles de Melilla (AUGC), insistió ayer en la necesidad de crear un protocolo de actuación para determinar cómo obrar en situaciones como la de ayer, cuando una patera con diez inmigrantes se aproximó al puerto de la ciudad autónoma, según testigos presenciales.
Fuentes de la agrupación de miembros de la Benemérita señalaron a este periódico que la zona que más dudas genera entre los agentes es la del vallado fronterizo, aunque también existen incógnitas serias en los casos de intentos de entrada por vía marítima.
Delegación apuntó que ayer se activó el protocolo de salvamento marítimo y una patrullera de la Guardia Civil se acercó a auxiliar a la patera, dejándola posteriormente a cargo de las autoridades marroquíes. Desde la AUGC se preguntan qué hubieran tenido que hacer los agentes si en la embarcación de los inmigrantes hubiera mujeres embarazadas o menores de edad. “¿En estos casos, hay que llevarlos a la costa española o esperar a que llegue una patrullera marroquí?”, cuestionaron. Para la AUGC, el caso de ayer es un ejemplo más de los “vacíos legales” que existen en este tipo de actuaciones. “Algún día puede ocurrir algo que todos lamentemos. ¿De quién será la culpa entonces? ¿De los agentes o de los mandos?”, añadieron.
Así pues, instaron a la Comandancia a redactar el protocolo de actuación cuanto antes, tal y como propusieron por escrito hace una semana. “Hay muchos detalles por explicar. Debemos saber cómo proceder exactamente cuando se produce una entrada irregular de inmigrantes”, concluyeron desde la AUGC.