Melilla celebró ayer el Día de la Hispanidad y se tiñó de rojo y gualda con las banderas nacionales que colgaron en muchos de los balcones de la ciudad. Además, cientos de melillenses se acercaron a la Plaza de las Culturas donde la Ciudad Autónoma desplegó una serie de actividades lúdicas con motivo de la fecha y que sirvió de punto de encuentro para que los ciudadanos mostraran su orgullo de ser españoles.
En estos tiempos en los que la unidad territorial se encuentra amenazada por el desafío secesionista catalán y cuando España y la bandera parecen desterradas de la vida pública es más importante que nunca poner en valor los beneficios que ha reportado a nuestro país la unidad territorial articulada gracias al Estado de la Autonomías desde su formulación en la Constitución hace 40 años.
Con un Gobierno central timorato respecto a la cuestión catalana y en manos de la extrema izquierda y de los independentistas en el Congreso, es la sociedad civil la que debe asumir la tarea de proclamar las bondades del proyecto común que en estas últimas décadas ha llevado a nuestro país a la consolidación de un Estado de derecho fuerte en libertades y a una democracia moderna acorde a las de los países de nuestro entorno. No podemos dejar que la idea de España quede arrinconada por la tiranía de lo políticamente correcto y más allá de ideologías debe ser reivindicada como el espacio común de convivencia que brinda las herramientas necesarias para avanzar como sociedad