Refugiados climáticos, una realidad (in)visible

• Guelaya-Ecologistas en Acción organizan el debate ‘Refugiados climáticos: la migración del siglo XXI’, que tendrá lugar hoy a las 11:00 horas en el Real Club Marítimo de Melilla

“El cambio climático cada vez irá a peor y millones de personas se verán forzadas a emigrar en busca de recursos para vivir”. Esta es una de las ideas principales que explicó ayer a El Faro uno de los integrantes de Guelaya-Ecologistas en Acción, Manuel Tapia. Esta entidad celebra hoy, a las 11:00 horas, el debate ‘Refugiados climáticos: la migración del siglo XXI’ en el Real Club Marítimo de Melilla y que cuenta con la participación del responsable internacional de Ecologistas en Acción, Samuel Martín-Sosa, y del presidente de la asociación Pro Derechos de la Infancia (Prodein), José Palazón.

Tapia recalcó que el incremento de contaminación con el consecuente cambio climático forzará a millones de personas de países subdesarrollados o en vías de desarrollo a dejar sus hogares y a buscar otros donde las condiciones sean más favorables y dispongan de los recursos naturales suficientes para poder vivir.

Según este ecologista, la sequía, la escasez de agua para beber o para la agricultura y la falta de otros elementos básicos generarán conflictos y guerras que forzarán la “huida desesperada” de muchas personas. “Estos nuevos refugiados huyen de la falta de recursos, no tienen la intención de invadir a nadie, simplemente escapan de una situación desesperada en un intento de sobrevivir”, explicó Tapia y recordó la necesidad de aplicar la “justicia climática”. Esta justicia consiste en exigir a las multinacionales la responsabilidad que tienen sobre el abuso de los recursos naturales y de la contaminación generada con su actividad en países mayormente pertenecientes al Tercer Mundo.

Por otro lado, este miembro de Guelaya indicó que en Melilla “se están dando los primeros pasos para mejorar el cuidado del medio ambiente”, pero lamentó “importantes retrocesos” en cuanto al tratamiento de basuras, especialmente por la cantidad de residuos encontrados en las playas, “a pesar de los esfuerzos en limpieza que está haciendo la Ciudad”. Tapia dice que “todavía queda un largo camino por recorrer para conseguir una ciudad sostenible” y por eso pide que se incrementen los esfuerzos en educación medioambiental y aumenten las sanciones para quienes tiren residuos fuera de los contenedores.

Los nuevos refugiados

El responsable internacional de Ecologistas en Acción, Samuel Martín-Sosa, explicó ayer a este diario que las migraciones por cuestión climática son “un fenómeno relativamente nuevo que no consta de una propia definición en la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), a pesar de que sí que recoge a los refugiados ambientales catalogados en la Convención de Ginebra (1951)”.

Martín-Sosa señaló que los principales países que sufrirán y que actualmente ya sufren las consecuencias del cambio climático son los países más pobres y con condiciones de vida más extremas. “Situación que se agravará si no se tiene en cuenta que somos ecodependientes, ya que dependemos del planeta, e interdependientes, necesitamos a otras personas”, explicó este especialista.

Además de la sequía y los problemas que conlleva para la agricultura, Martín-Sosa añadió a la lista de problemas derivados del cambio climático que señaló Tapia el incremento de temperaturas, el consecuente deshielo de los polos, la subida del mar y la inundación de zonas costeras.

“Los Estados de África, especialmente los del Sahel, ya sufren sequía. Los países del sudeste asiático como India o Bangladesh se verán más afectados por las inundaciones del monzón. Al menos 65 de las 70 ciudades más importantes de Latinoamérica están en zonas costeras y muchas de ellas quedarán cubiertas por el agua de los deshielos”, especificó Martín-Sosa y continuó: “Se estima que a día de hoy el cambio climático ya afecta a entre 80 y 100 millones de personas, pero esta cifra aumentará a los 200 ó 250 millones de personas para el año 2050”.

Además, las consecuencias del cambio climático no afectarán de igual forma a “Europa que a África, sobre todo por la distinta capacidad de reacción y recursos para hacer frente a los escenarios que se dibujen de esta crisis planetaria”, indicó el ecologista. Con todo ello, recordó la “responsabilidad moral que tienen los países ricos del Primer Mundo, que han extraído los recursos de los países pobres, sin tener en cuenta la contaminación y el expolio que estaban cometiendo”.

Por ello, reclamó una transformación económica y social, que deje de lado la energía fósil y se genere “una forma de vida más austera en el ámbito energético”, sin dependencia de la extracción de recursos fósiles, “que ya están prácticamente agotados”.

Ante el creciente número de refugiados climáticos, Martín-Sosa explicó que sólo hay dos vías para atender la situación: aplicar una “gestión más democrática de los recursos y reconocer el problema” o generar un “discurso xenófobo, que ha ocasionado el auge de la extrema derecha en Europa y la elección de Donald Trump en Estados Unidos” como presidente.