Abrazos grandes y besos gigantes para los que llegan al aeropuerto de Melilla por esta Navidad. Las lágrimas de alegría saltan en los ojos y los rostros se emocionan cuando las familias de la ciudad divisan entre los cristales y las puertas de la terminal de llegadas a sus padres, hijos, nietos o sobrinos. Regresar a casa por Navidad es disfrutar de la familia y estos buenos momentos que se vivirán en los hogares los próximos días comienzan ya en el aeropuerto melillense.
También hay abrazos para los que se van de Melilla para otras casas en las que serán bien recibidos. Éste es el caso de David, que tras pasar unos días en Melilla con parte de su familia, vuelve a Sevilla con resto. Y lo mismo le ocurre a Juan, que asegura que se merece un buen descanso y va a pasar en Córdoba los próximos 15 días.
Pero lo más emocionante es ver la cara de esperanza en la zona de llegadas del aeropuerto. Allí estaba Aurora. Ella contenía las lagrimas mientras esperaba a su nieto. Su hija esperaba fuera en el coche, pero ella asegura que siempre entra en el aeropuerto para recibir en persona a su nieto, que es médico y no se puede quedar muchos días porque le toca trabajar. Nada más recoger la maleta, él recibió el abrazo de la abuela.
También estaban allí José y Juan que esperaban que bajaran su hija y su hijo, un matrimonio que vuelve a casa por Navidad con dos niños que fueron achuchados por sus abuelos nada más salir del interior de recoger las maletas. De hecho, fueron los dos abuelos a recoger a la familia porque siempre vienen cargados y no caben en un solo coche.
Gloria fue a por su hijo y a por la novia de éste que vienen a Melilla por pocos días. Tenía ya muchas ganas de verlos porque no se encontraban desde septiembre.
En el caso de Carmen, su objetivo era recoger a su hija y a su pareja. Venían de Madrid por Navidad y ella los recibió con un gran abrazo porque hacía tiempo que no se veía. Tenía muchas ganas de verlos en casa.
También Enrique fue a recoger a su hija, que como “El Almendro”, vuelve por Navidad.