Categorías: Editorial

Redes sociales al servicio del ciudadano

LAS redes sociales son un motivo habitual de polémica política en nuestra ciudad. A la proliferación de perfiles falsos y anónimos se suma a veces la imputación de hechos y delitos de forma indiscriminada con la pretensión de difamar sin tener que rendir cuentas ante la Justicia. En otras ocasiones estas ‘herramientas’ de la sociedad de la información sirven para hacer denuncias públicas o criticar las acción de nuestros representantes políticos. Los vecinos de El Real han ido un paso más allá al encontrarle una utilidad más constructiva con la creación del grupo Ciudadanos del barrio El Real. Allí los residentes en esta zona de Melilla debaten sobre los problemas que les afectan, plantean soluciones y acuerdan propuestas que luego hacen llegar a la Administración.
Días atrás se entrevistaron con el consejero de Fomento, Miguel Marín, al que le trasmitieron la necesidad de realizar diversas obras de pequeña y mediana envergadura, a parte de otras que necesitarán más presupuesto y estudio. Algunas de las primeras se llevarán a cabo a corto o medio plazo. Ése, al menos, fue el compromiso del consejero Marín. Las otras propuestas también serán tenidas en cuenta, pero antes habrá que contar con la colaboración del resto de consejerías que se verán implicadas en la ejecución de las mismas.
La próxima cita de los promotores de esta iniciativa, Jesús Motos y Daniel Reyes, será con los consejeros de Medio Ambiente y Seguridad Ciudadana. Ambos tendrán la oportunidad de conocer de primera mano las inquietudes y preocupaciones de los vecinos de esta barriada. Las más urgentes se centran en eliminar la prostitución de sus calles y en incrementar la seguridad.
Esta manera de utilizar las redes sociales vuelve a demostrar que toda herramienta, invento o servicio no es necesariamente bueno o malo por naturaleza, sino que los efectos que ocasiona dependen de la intención de quienes lo manejan. En este caso, donde el objetivo de los vecinos es solucionar los problemas del barrio, el espíritu constructivo está por encima de la crítica y el desgaste político. Sin duda, unos y otros, vecinos y representantes políticos, se hubieran entendido igualmente sin las redes sociales porque ésa parece ser su intención desde el primer momento. Pero esta ‘herramienta’ de la sociedad de la comunicación permite que el proceso sea mucha más ágil, sencillo y rápido.
Además, señala un camino para el resto de melillenses que desean ver mejorar su barrio, que quieren conseguirlo de una manera sencilla  y que no necesitan esconderse tras perfiles falsos o merodear por el ciberespacio ocultos bajo en el manto del anonimato.

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