Editorial

Redada en La Cañada

La Policía Nacional hizo ayer lo que muchos melillenses, sobre todo, los vecinos de La Cañada de Hidum, estaban deseando que hiciera: entrar en el barrio.

Entre las 18:30 y las 20:00 horas siete furgones policiales hicieron acto de presencia en la zona y aunque aún no hay detenidos por el apedreamiento a una patrulla el pasado domingo, el dispositivo de prevención de la delincuencia es todo un aviso a navegantes.

En esa hora y media que los agentes del Cuerpo Nacional estuvieron de visita en La Cañada encontraron tirados en descampados uniformes, chalecos, y forros polares de Policía Nacional y Local, grilletes y hasta una mochila con material policial.

Según la Jefatura, todo había sido robado hace dos años de un furgón de una Unidad de Intervención Policial (UIP). Si antes hubieran ido, antes lo habrían hallado.

Durante el dispositivo de prevención de la delincuencia en el parque de La Cañada y sus proximidades fueron identificadas 35 personas, registrados 25 vehículos y decomisados 15 dosis de hachís. Puede parecer poca cosa teniendo en cuenta todo lo que se mueve en el barrio, pero para empezar, no está nada mal.

La visita policial de ayer probablemente ha espantado a esta hora a todos los maleantes que no tienen residencia fija en el barrio.

El que está en busca y captura, el que mueve armas o el que trafica con drogas, a estas alturas debe estar buscando la manera de borrarse del mapa hasta que pase todo.

Y es justo eso lo que no debe pasar. La presencia policial debe ser activa en La Cañada, no desde esta semana sino desde la primera vez que apedrearon una COA.

Sólo visitando el barrio con asiduidad, los agentes podrán empezar a familiarizarse con las caras y los delitos de la zona.

No se trata ahora de atemorizar a todos a toda hora sino de restablecer el orden y el respeto a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. El primer paso ya está dado. Ahora hay que continuar la marcha.

Esta noche está previsto que se celebre una manifestación de vecinos de Melilla que reclaman más seguridad en la ciudad.

Saldrán a la calle con la foto de la redada en La Cañada en las portadas de la prensa local. Ayer en las redes sociales no se hablaba de otra cosa. La gente no quiere que  le digan que no hay motivos para hablar de inseguridad. Aspira a sentirse segura cuando camina por la acera hablando por teléfono, cuando saca dinero de un cajero o sale a tirar la basura.

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