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La Asociación de Estudios Melillenses presenta el número diez de la revista Trápana, del que se han editado 800 ejemplares
La sociedad actual está acostumbrada a sacar imágenes de todo y a todas horas con sus móviles. Pero antes las cosas no eran tan fáciles. En el parque Hernández perduró hasta el final de la década de los 80 un fotógrafo minutero que inmortalizó a cientos de niños melillenses a los que retrataba subidos a una figura de un caballito. La historia de este artefacto y de su restauración es uno de los temas que trata la Asociación de Estudios Melillenses en el número diez de la revista Trápana, que ayer fue presentado en sociedad en la sede del colectivo.
Se trata del número tres de esta segunda época de la publicación, que nació hace 30 años aunque luego dejó de editarse, hasta que en 2013 la asociación decidió recuperarla de nuevo.
Este nuevo volumen, del que se han editado 800 ejemplares, incluye ocho artículos que hacen un recorrido por la historia de nuestra ciudad. El transporte de viajeros en carruajes de tracción animal durante el primer tercio del siglo XX y el Ateneo Científico, Literario y de Estudios Africanistas de Melilla son algunos de los temas que se analizan en este número.
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También se incluyen en esta publicación una semblanza del médico militar Pablo Vallescá Errá y el retrato del escultor Emilio Manescau Baccarelli en nuestra ciudad.
Daniel Castrillejos, uno de los coordinadores de la revista, concretó que se ha contado con autores de “reconocido prestigio” y entre ellos se encuentran profesores de la Universidad de Granada y especialistas en las diferentes materias que se abordan en la publicación.
Castrillejos recordó que la Asociación de Estudios Melillenses pertenece a la Confederación Española de Estudios Locales, que a su vez está dentro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Por su parte, Manuel Aragón, otro de los coordinadores de la revista y también autor de uno de los artículos, detalló ante los medios que la asociación se decidió a recuperar esta revista para que la historia local también tuviera un hueco entre las publicaciones que se editan en nuestra ciudad.
Puntualizó así que las revistas Aldaba (editada por el centro asociado de la UNED de Melilla) y Akros (publicada por la Fundación Melilla Monumental) se centran en un contenido más científico, mientras que el objetivo de Trápana es tratar temas más cotidianos de una forma más “asequible” para que se pueda llegar a más público general, aunque también se distribuye por diferentes universidades.
Por su parte, la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, explicó que su área apoya a la Asociación de Estudios Melillenses con una subvención anual de 18.000 euros, como muestra del apoyo a la divulgación de “la historia y aconteceres” de Melilla.