Air Nostrum sigue su ritmo ascendente en lo que a demanda de billetes se refiere. La compañía, como todas las empresas aéreas, pasó muy malos momentos durante la pandemia, pero se puede decir, sin temor a equivocarse, que dos años después está en récords históricos en cuanto a número de pasajeros. El año 2022 fue clave para la recuperación en el mercado melillense: se pusieron a la venta 622.000 asientos y volaron 440.000 personas.
Las previsiones para 2023 son incluso mucho más optimistas: se espera ofertar más de 700.000 plazas para las seis rutas que Air Nostrum opera durante todo el año, más otras dos de carácter estacional, hasta alcanzar casi los 200 vuelos semanales.
Los datos son espectaculares y los ofreció ayer en Melilla el presidente de la compañía, Carlos Bertomeu, que hacía cuatro años que no viajaba a la ciudad, según él mismo reconoció, pero que ya se ha reunido con el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, y el consejero de Turismo (entre otras cosas), Miguel Marín, precisamente con el objetivo de darles a conocer los resultados de la empresa y sus planes de futuro.
Y esas previsiones para los próximos meses tienen mucho que ver con la posibilidad de que se amplíe el horario del aeropuerto para que pueda operar un mayor número de vuelos. Eso sería bueno para el turismo, para la propia Air Nostrum, los pasajeros y Aena. Sin embargo, todavía hay que esperar; contaba Bertomeu en su comparecencia pública que el procedimiento para dar más operatividad a la infraestructura aeroportuaria es complejo y largo por lo que no se puede adelantar más o menos un plazo para conocer la respuesta de la empresa gestora.
Esta compañía aérea es la única que actualmente tenemos en Melilla para dar servicio de transporte a la península. Por lo tanto, es sin duda un punto estratégico para aumentar y mejorar nuestra conectividad, un elemento clave para el desarrollo económico de la ciudad. Si no hay buenas conexiones, si no hay una oferta potente de frecuencias, rutas y precios, el futuro se presentaría más oscuro de lo que pensamos.
Sin embargo, oír hablar a Carlos Bertomeu sobre las posibilidades turísticas de Melilla, de su predisposición a acomodar la oferta a la demanda que se presente, sea la que sea, ese monitoreo permanente de cómo se puede comportar al alza este mercado, nos lleva a la conclusión de que Air Nostrum tiene efectivamente un compromiso serio con los melillenses, a pesar de las muchas críticas que provoca, y no sin razón, el tema de los precios, muy relacionado con las subidas de los combustibles, los aspectos técnicos y el hecho de que los gastos se deban repartir entre un número relativamente pequeño de pasajeros por vuelo.
Lo que resulta evidente es que Melilla está ahora mismo mejor conectada que nunca desde su aeropuerto con el servicio que presta la compañía líder en España en aviación regional para el Grupo Iberia.