Rebeca de Juan es una melillense de 29 años que estudió Fisioterapia en la Universidad de Málaga. También, dentro de unos meses, será la primera bombera de la ciudad autónoma.
“Durante la carrera ya tenía la idea en la cabeza. Tenía una vocecilla que me decía ‘¿Y si te presentas a bombera?’ y ya, a los 26 años me dije: ‘O lo intentas o te vas a ver con treinta y tantos con la duda de si lo hubieras conseguido o no’. Así que empecé, y aquí estoy”, indica.
Para ello, comenzó a opositar con 26 años y ha sido una de los diez afortunados que han aprobado las pruebas para formar parte del Parque de Bomberos de Melilla de cara al próximo septiembre.
Se trata de una tarea que no ha sido nada fácil y que le ha costado años de esfuerzo tanto físico, como económico. Las pruebas a las que ha tenido que someterse han sido muy variadas, desde el aprendizaje del callejero de la ciudad de Melilla hasta numerosas pruebas físicas, psicotécnicas e, incluso, relacionadas con el Derecho.
Sin embargo, Rebeca señala que, a la hora de elegir esta profesión, no fue precisamente por tener un modelo en el que pudiera fijarse. De hecho, se muestra bastante crítica con el hecho de que no haya referentes en este ámbito para que las futuras aspirantes cuenten con un espejo en el que mirarse: “Que no haya referentes me parece muy importante, que tú veas que eso es posible, porque si no ves a una chica allí, ni te lo llegas a plantear. Por eso yo creo que de pequeñas ni se nos pasaba por la cabeza a muchas niñas poder ser bomberas”, apostilla.
Rebeca asegura que el hecho de que todavía no sea común ver mujeres en el Cuerpo de Bomberos en este país se debe a que, a día de hoy, la sociedad sigue contando con un machismo muy arraigado.
“Si entra alguna mujer en el Parque de Bomberos seguramente tiene que estar dopada”. Este es uno de los muchos comentarios sexistas que Rebeca ha tenido que escuchar de la boca de muchas personas en relación con el trabajo que va a realizar a partir de ahora.
Otro de los comentarios que ha oído a lo largo de su preparación ha sido el de “En el caso de tener que sacar a una persona de un sitio, ¿cómo vas a poder tú con ella?”.
De Juan lo deja claro a lo largo de la entrevista: la fuerza bruta no es lo único que cuenta para poder desempeñar esta labor, también es crucial la inteligencia: “Yo pienso que la fuerza sin control no sirve de nada”, explica en la entrevista.
Sí es cierto que, a la hora de llevar a cabo las pruebas físicas, las mujeres lo tienen relativamente más difícil por una simple cuestión hormonal: “Las pruebas de fuerza para las mujeres resultan muchísimo más difíciles que para los hombres porque la testosterona es la que te ayuda a desarrollar músculo, por lo que nosotras tenemos que trabajar mucho más”.
A Rebeca también le sorprende que, en pleno siglo XXI, sea noticia que una mujer vaya a ser bombera.
“De hecho, me da rabia tener que estar aquí, porque esto no debería pasar, tendría que ser algo normal. Tengo 9 compañeros que han sacado igual o mejor nota que yo y todos deberíamos tener el mismo valor. Yo no debería ser noticia, pero bueno, esto tenía que pasar en algún momento y me alegro y estoy orgullosa de haber sido yo”, señalala futura bombera.
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