Los altos precios de los productos más básicos están marcando este inicio de este Ramadán. El fin de semana, numerosas familias musulmanas de Melilla aprovecharon para hacer las compras necesarias para el mes más importante que tienen en el año.
Sin embargo, a pesar de ser un momento especial, los melillenses han notado en la cesta de la compra el alto precio de los productos y a lo que ya se veía viendo estos meses, hay que tener en cuenta que los platos que se preparan este mes son más elaborados.
Abdemalik dice resignado que “está todo carísimo”. “Nosotros, que estamos acostumbrados meterle fuerte a la olla, nos hemos encontrado cortos porque el pescado es carísimo, la carne, el pollo, las verduras”.
Este melillense se acuerda también de los que menos tienen y se pregunta cómo se las arreglarán para poder disfrutar de este mes sagrado. Aún así, apunta a que, “gracias a Dios, hay buena gente y nos ayudamos los unos a los otros, que tengamos salud es lo principal”.
Hanna, que va paseando con sus dos hijos, recalca que los precios de todos los productos han subido muchísimo y que cada vez van a más.
Malika, que ha ido a hacer la compra para la familia para la que trabaja, dice que lo que valía antes un euro vale ahora 1,70 euros o 2 euros. Explica que en su casa lo están celebrando como siempre y que, aunque los precios están más caros, “van tirando”.
Los comerciantes también han notado un cambio. En el aspecto religioso, Ismael indica que el Ramadán ha comenzado “muy bien”, pero en el aspecto económico, tras dos años de pandemia y ahora con una guerra en Europa, la situación no es tan esperanzadora.
Él tiene una tienda de productos de alimentación en el Mercado Central y explica que los clientes salen a comprar cuando llega el pescado, a partir de las once de la mañana.
El clima también influye, pues son personas mayores las que suelen ir allí y cuando hace viento o lluvia, hace que vayan menos.
Ismael explica que esperaban que este año fuera diferente al año anterior, muy marcado este último por las olas de la pandemia del coronavirus. Si en este 2022 el número de casos es significativamente menor y ello daría pie a que la ciudadanía hiciese más vida, el impacto de la inflación es una desventaja, subraya Ismael.
“Lo que es el aceite, las frutas, las verduras… han subido más del 40 por ciento. El aceite valía 1,20 y ahora vale más de tres euros. Los huevos valían 2,50 euros y ahora han doblado su precio hasta los 4,50 euros”.
Así pues, la situación de los comerciantes es “invertimos más, ganamos lo mismo y no se puede trabajar con los precios tan caros”.
Por lo tanto, lo que pide Ismael para este Ramadán 2022 es “alegría, que estamos muy tristes, y que bajen los precios”
Aicha ha ido al Mercado Central con su marido. Ha ido a comprar aceitunas, dátiles y tomates, entre otros ingredientes, para preparar platos tan típicos como la harera o la chewakia.
“Vamos a gastar mucho para Ramadán, es muy caro”, explica, pues hay que comer platos especiales y bien elaborados, de calidad. También usarán ropa nueva.
“Todo caro, todo caro”, dice Aicha, quien cree que los precios han subido el doble. Añade que lleva tres Ramadán en Melilla sin poder ver a su familia, pasando esta celebración solo con su marido y su hijo.
Aicha había ido a comprar a la tienda de especias de Mostar. Él cree que este mes va a ser flojo porque la mayoría de los melillenses han comprado ya las especias que necesitan y es un producto que dura bastante tiempo. La especia que más se han llevado es la de la harera.
Señala, como el resto, que los precios han subido mucho y todo está más caro que antes.
Kichou, que tiene una tienda con todo tipo de objetos, explica que el sábado se llenó el Mercado Central de familias comprando sobre todo comida. Sin embargo, señala que a su tienda suelen ir casi al final de las fiestas para hacer los regalos.
Soulas, secretaria del AMPA León Solá, explica que para minimizar los gastos, han comprado entre varias madres productos como el butano o el aceite para preparar chebakía.
Cuando se empezaba a vislumbrar el final de la pandemia, la guerra en Ucrania y la inflación que se arrastra desde enero han reventado el soplo de aire que comerciantes y consumidores necesitaban.
Este mes de abril coinciden festividades de todas las culturas de la ciudad: el Ramadán, el Día Internacional del Pueblo Gitano (8 de abril), Sri Ram Na Vami (10 de abril), la Semana Santa y el Pesaj, la Pascua Judía (16, 17, 22 y 23 de abril).