La pasada semana el consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deportes ponía en conocimiento de la opinión pública supuestas irregularidades de la anterior gestión de sus áreas, y tras la respuesta que dieron los diputados locals del Partido Popular, Rachid Bussian pidió en rueda de prensa que Miguel Marín debe renunciar a su acta de diputado.
Dijo que Marín ha llegado a afirmar la construcción de una glorieta sobre ráelo rústico porque mejoraba la conexión de determinados barrios. "Marín es capaz de autorizar la construcción de una carretera para unir la calle General Villalba con Avenida de la Democracia atravesando el propio Parque Hernández; es decir, es capaz de construir una toda carretera sobre zona verde con tal de mejorar la comunicación entre dos zonas", explicó, señalando que "ese es el nivel político de los miembros del Partido Popular".
Indicó que seguirán remitiendo información pendiente para continuar avanzando con las diligencias penales por la construcción de esa rotonda por estos presuntos delitos urbanísticos. La ultima documentación pendiente es el certificado que acredite quién fue consejero de entonces.
Bussian cree que, al igual que sucedió con el caso Arquitectos, Miguel Marín debería dimitir porque no sería la primera vez que se encuentra inmerso en una supuesta irregularidad. Por ello, consideró que si el diputado local y secretario general del PP de Melilla no tiene problemas en dar explicaciones ante las autoridades judiciales, y espera que se mantenga en su opinión si realmente que su acto fue manifiestamente legal.
También quiso dirigirse al diputado Manuel Angel Quevedo, que también dijo la pasada semana que por aquel entonces no existía el torreón de vigía de la Alcazaba. De esta manera, Bussian quiso preguntarle si era cierto que en cada proyecto hay una declaración del arquitecto de conformidad con la ley vigente. Se refirió concretamente al desarrollo del PERI del cuarto recinto fortificado y preguntó si fue firmado por él mismo. Además, "con condición expresa de la reconstrucción del torreón de la Alcazaba que desapareció".
"Creo que es una acción que no cumplió", dijo queriendo preguntar al diputado local, y le expresó que si quiere mostrar su respuesta a la opinión pública, "estaría encantado de escucharle". Bussian expresó que como profesional arquitecto y gestor de lo público en varias ocasiones a Manuel Ángel Quevedo "se le presupone responsabilidad y conocimiento con el patrimonio protegido de nuestra tierra". Por ello, se preguntó cómo era posible que no hubiese denunciado esa desaparición.
Bussian reiteró que "los delitos urbanísticos no prescriben" y mostró un documento de 1997, un año en el que Quevedo fue director de las obras de la Alcazaba, y en el que el consejero de Cultura, Juventud y Deportes de entonces, Francisco Javier Martínez Monreal, informaba de que la Comisión de Patrimonio advertía de la existencia de restos arqueológicos en la zona.
En el documento, el titular de Cultura y de Patrimonio de aquel año expresaba que había realizado algunas visitas y que mantuvo una conversación a pie de las obras que se realizaron para la construcción de las 70 viviendas en el cuarto recinto fortificado y que ahí había aparecido "una serie de fosas de tipo rectangular. "Es decir, la Comisión de Patrimonio le advierte de los restos arqueológicos por la zona mientras se iniciaba la construcción de las 70 viviendas de la Alcazaba donde él era director de laboras", explicó.
Además, en ese escrito se habla de que se podrían confirmar los límites de una necrópolis en las proximidades de Victoria Grande y se le ordenaba la paralización de las obras en el acta nº150 de 1997 de la Comisión de Patrimonio. Pero el viernes pasado Manuel Ángel Quevedo alegó "supuestamente" la desaparición del torreón de vigía o que inicia las obras sin el torreón de vigila. Y Bussian, con el documento en la mano, señaló que por dicha zona podrían encontrar importantes hallazgos arqueológicos que hubieran obligado la paralización de las obras.
De hecho, según destacó Bussian, en ese acta se ponen de relieve las medidas que deben llevarse a cabo para proyectar los hallazgos. Por ello, señaló que todo esto sacan a la luz "las mentiras de Quevedo" y que aunque el torreón de vigía se encontrase en otro lugar de la alcazaba, existían otros elementos como los hallazgos arqueológicos o la necrópolis que requerían de su protección.