Política

¿Quién defiende Melilla y Ceuta?

Los días 29 y 30 de junio se celebró en Madrid la cumbre de la OTAN  en la que se adoptó un nuevo concepto estratégico que susttuye al de Lisboa de 2010. En él, además de señalar a Rusia como “la amenaza más importante y directa”, se habla también de no olvidar los peligros procedentes del sur, especialmente en la zona del Sahel, con el terrorismo y otras variables. Igualmente, este concepto estratégico amplía los límites geográficos para la defensa de los territorios que estaban establecidos en el Tratado de Washington (1949). Para analizar lo que ha supuesto esta modificación y otros asuntos de interés para Melilla, El Faro charló con tres expertos, como son el profesor de Arqueología de la Universidad de Granada Francisco Carrión, el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM) Pablo Blesa y el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional de Estudios a Distancia (UNED) en Ceuta y director del Observatorio de Ceuta y Melilla, Carlos Echeverría.

Así, para Carrión, este nuevo concepto estratégico tiene la virtud de que, aun sin nombrar explícitamente los nombres de Melilla y Ceuta, “se entiende que el paraguas de la OTAN se extiende a ambas ciudades”, lo cual no parecía estar demasiado claro en el anterior tratado, el fundacional.

Al respecto, Blesa considera que España hizo “un trabajo bastante bueno para que el sur no fuera olvidado”, incluyendo “una idea de seguridad de 360 grados”. En su opinión, a diferencia del Tratado de Washington, ahora “sí se clarifica esa idea de que Melilla y Ceuta y otros territorios de Ultramar están protegidos”. Y es que, tal como ha dicho, al incluir a China como un rival o desafío estratégico, la OTAN ha salido del Atlántico Norte también en Asia. Además, a su parecer, con el acuerdo de cooperación militar firmado entre España y los Estados Unidos, que tendrán dos destructores más en la base naval de Rota (Cádiz), para un total de seis, “se fortalece el flanco sur con esa relación bilateral”. Para Blesa, es una buena noticia que se haya reforzado militarmente esa región

Para Echeverría, no obstante, no conviene lanzar las campanas al vuelo -“no ser muy posibilista ni muy pragmático”-, ya que, hasta el momento, “las dos ciudades autónomas no han recibido la atención que se merecen”, por lo que “España ha de hacer entender a sus aliados que esos rincones son territorio nacional y comunitario”. Eso sí, ha añadido, “nunca es tarde para hacer las cosas y hacerlas bien”.

Sin valla ni concertinas

Cuando ha aparecido en la conversación el asunto del salto a la valla, Carrión, quien nació en Melilla, ha recordado que antes no había vallas ni concertinas y que la relación bidireccional en ambos sentidos siempre transcurrió sin sobresaltos. En opinión del profesor de la UGR, el problema es la diferencia de nivel de vida entre el norte y el sur, que viene, entre otras cosas, de la época de la descolonización de África, cuando Europa se apropió de los recursos naturales, hasta el punto de que el desarrollo humano en factores como educación, sanidad y economía, así como en esperanza de vida, están claramente descompensados. Él se ha mostrado “muy malhumorado” con lo que sucedió, ya que su ciudad, Melilla, “tenía unas connotaciones como eran la vecindad y el encuentro de las cuatro culturas y ahora se ve totalmente perjudicada con una imagen que no es la suya, la de una valla que perimetra toda la ciudad y que no ha hecho sino aislarla”. Por lo tanto, en su opinión, hay que buscar fórmulas para que estos migrantes entren legalmente en Europa, bien sea por necesidad económica o persecución política. “España debe poner todos los medios a su alcance para que esta situación no se vuelva a repetir, ya que 23 muertos son muchos”, ha subrayado.

Blesa, quien se ha mostrado “muy de acuerdo” con lo manifestado por Carrión, ha recordado que, casi al unísono, se produjo otra tragedia en la frontera entre  México y los Estados Unidos cuando se descubió un remolque con 50 personas asfixiadas dentro. Y es que, ha recalcado, la de España con Marruecos y la de los Estados Unidos con México son, junto a la que separa Corea del Norte de Corea del Sur, las tres fronteras “con mayor desigualdad del mundo”. Igualmente, y en relación al índice de desarrollo humano, ha destacado cómo afectan al sur asuntos tan graves como el cambio climático, las pandemias y el terrorismo yihadista, así como otros como la explosión demográfica. Todo ello, ha matizado, además de que las nuevas tecnologías permiten a los habitantes de los países africanos ver cómo se vive en Europa, lo cual los impulsa a recorrer a pie miles de kilómetros para después encontrarse con mafias que “los expolian y roban y abusan de ellos”. Para colmo, si consiguen llegar, según Blesa, se encuentran con unas políticas europeas de inmigración “que se están volviendo extremadamente conservadoras y, en parte, se están deshumanizando”. Unas políticas que, a su modo de ver, “apenas difieren de las de Donald Trump”. Para colmo, ante el crecimiento de los partidos racistas y xenófobos en Europa, parece que los partidos tradicionales liberales apuestan por controlar más la frontera para así, ha apuntado, “evitar una subversión del sistema democrático europeo por el auge y la llegada a los gobiernos de este tipo de partidos radicales”.

Sobre la posible influencia del reconocimiento de la autonomía del Sáhara Occidental dentro de Marruecos por parte del Gobierno de Pedro Sánchez y cómo puede afectar ello a Melilla, Carrión ha indicado que, si el acuerdo se hizo “a cambio de no tocar la integridad de Melilla y Ceuta, es una falacia muy grande”, porque “los partidos nacionalistas marroquíes siempre van a reclamarlas”, por lo que “ha sido un gol más de Marruecos a España en ese chantaje a cambio de defender los intereses económicos de España en el país vecino y que su posición no va a cambiar”. Además, ha recordado, se suponía que las fronteras de Melilla y Ceuta con Marruecos iban a ser “mucho más ágiles” y, sin embargo, “está sucediendo todo lo contrario”. Carrión, quien trabajó durante años en el Sáhara, ha añadido que ese pueblo se parece mucho al sur de España y que, de hecho, el castellano sigue siendo su segundo idioma oficial. “Es un pueblo y una etnia muy diferente a Marruecos”, ha aclarado.

Echeverría ha anotado que “ha sido un error garrafal” que está teniendo consecuencias negativas en la relación española con Argelia. Además, no hay que olvidar la responsabilidad nacional como potencia administradora del Sáhara Occidental, por lo cual la decisión tomada por Pedro Sánchez, ha dicho, es “aún más grave”. El profesor de la UNED ha criticado que “Marruecos está arrastrando a los Estados Unidos y a Francia y ahora parece que nos está arrastrando a nosotros”. Además, mucho se teme que “el conflicto pueda llegar a la escalada, no sólo entre el Frente Polisario y Marruecos, sino entre Argelia y Marruecos, y eso convertiría el Magreb en un escenario más preocupante de lo que ya es hoy día”.

Blesa ha aludido al hecho de que este cambio se produjo “de una manera nebulosa”, no muy clara, y no se ha firmado ningún acuerdo ni se ha trasladado a un cambio de posición en la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Por lo tanto, se ha preguntado si otro presidente del Gobierno -presumiblemente Feijóo- tendría algún margen para retomar la posición tradicional de España. En cualquier caso, se ha mostrado decepcionado, sobre todo porque él intuía que el cambio de postura español estaba relacionado con que, a raíz de la guerra de Ucrania, “Argelia, Marruecos y España, cada uno en su rol, iban a ser los nuevos suministradores de gas a Europa”, algo que, ahora mismo, no parece que vaya a ser así.

La defensa de la UE

¿Podría actuar la OTAN en la frontera de Melilla con el nuevo concepto estratégico? A este respecto, tanto Blesa como Echeverría rhan destacado que la seguridad internacional de España no solamente se asienta en los famosos artículos 5 y 6 del Tratado de Washington de la OTAN, sino también en el artículo 42 del Tratado de la Unión Europea (UE). Además, la respuesta en ese caso sería “más rápida, más contundente y más automática”, ha dicho el profesor de la UCAM, para quien, y aunque España podría “valerse por sí misma, Europa debe ser responsable de su propia seguridad y, en caso de una agresión de tal magnitud, podría responder antes que la OTAN, porque, en el fondo, la UE es más coherente que la OTAN y debería ser también más eficiente que la OTAN en esa respuesta”.

Por su parte, Echeverría ha indicado que “la OTAN da mucho juego, pero el que lleva la iniciativa del juego debe ser el Estado miembro que se considera afectado, por lo que España tiene que tener una visión muy clara y transmitírsela muy bien a sus aliados, tanto en la UE como en la OTAN”. De cualquier maneraa, lo “importante”, ha subrayado, es tener “una voluntad política clara como Estado frente a las aspiraciones inaceptables de Marruecos”.

Ello ha enlazado con la dicotomía que se escucha en las ciudades autónomas durante los últimos tiempos sobre si es necesario hacer más Europa o fortalecer las relaciones con Marruecos.

En este sentido, los protagonistas lo tenían claro. Para el profesor de la UCAM, “España siempre ha sido un Estado proeuropeísta, que es siempre mayor garantía de seguridad, prosperidad y democracia”, lo cual se ha llevado a rajatabla en el país sin importar el color político del partido que haya gobernado en cada momento. Así, ha puesto de relieve que España es uno de los mayores valedores de la entrada de Turquía en la UE y ha contribuido decisivamente en la puesta en marcha de un cuerpo policial de fronteras, como es Frontex. Además, después de las crisis migratorias que hubo en Italia de personas llegadas desde Siria vía Libia, Blesa cree que “Europa entendió de verdad que había que crear una política migratoria y pedir a cada Estado que se corresponsabilizase de los problemas migratorios que tal vez afectaban a otros”. El profesor de la Universidad murciana ha dicho que esto se ha visto respaldado en la migración de miles de ucranianos a territorio europeo: “Ahí hemos visto una respuesta colectiva que no se había visto antes y que creo que va a ser lo común a partir de ahora: que los estados miembros de la UE se solidaricen mucho más, que cuaje una política de inmigración común y que esta Policía europea de fronteras se consolide y, de esa forma, garantice mucho mejor, con el apoyo del Gobierno español, la defensa de sus fronteras, y, en concreto, las de Melilla y Ceuta”. Por otra parte, Blesa ha explicado que, además, España es el mayor inversor en capital directo en Marruecos, que hay mucho bilingüismo en la zona norte del país vecino -muchos padres envían a sus hojos a formarse en las universidades españolas- y que Marruecos “es fundamental para luchar contra el el auge del yihadismo salafista”, es decir, el Estado Islámico y Al Qaeda. Por lo tanto, como ya ha manifestado en alguna ocasión, Melilla y Ceuta deberían manimizar su posición de puente entre dos continentes y su conexión con un Marruecos en continuo crecimiento. Se trataría, pues, ha apuntado, de “ser bisagra para la proyección de empresas y de riqueza, crecimiento e inversión de Europa hacia los territorios más al sur, como el África negra o el Sahel”. Así, Blesa no ve que sea “incompatible más Europa, cuyo mercado siempre será el más relevante, con ese papel de pivote de proyección de mercados de Melilla y Ceuta”. “Sería una estrategia fácil de visualizar y podría ser exitosa”, aseguró.

“Ojalá esto último fuera así”, ha manifestado, por su parte, Carrión, quien, pese a todo, ve “una asimetría muy grande en el caso de Ucrania, donde no ha habido problema en acoger a cientos de miles de refugiados, y la misma agresión que se sufre en países de África y que no tienen la misma respuesta”. Pese a todo, para él, sí hay una solución al problema migratorio en ese continente, pero, para ello, no es suficiente con los pequeños proyectos que se llevan a cabo allí. Lo que habría que hacer, en realidad, ha afirmado, es “invertir con la misma fuerza que en Marruecos o Argelia en otros países de África”, particularmente en los del este, como Somalia, porque, “si no solucionamos el problema de raíz, seguirá siendo igual por mucho que paguemos a Marruecos, o a cualquier otro país, para que actúe de gendarme en la defensa de la frontera”.

Lo que no han hecho aún

Finalmente, Echeverría ha dicho que Melilla y Ceuta “tienen que mirar en las dos direcciones, lo que no han hecho hasta ahora”. Por el momento, señaló, ha habido una “obsesión” con el comercio atípico, así que, en realidad, Marruecos hizo “un favor” a España al cerrar, primero, la aduana de Melilla y luego las dos fronteras con la excusa del coronavirus. De ese modo, las dos ciudades autónomas se dieron cuenta, ha resaltado, de que tenían “enormes posibilidades que desarrollar en relación al resto de España y de Europa”. Por lo tanto, él cree que, “sin sacrifricar en absoluto lo que debería ser una buena relación bilateral con Marruecos desde posiciones claras y firmes”, hay que “volcarse en más Europa y más mundo, porque las dos ciudades tienen muchísimo que ofrecer”. Entonces, ha culminado, “hay que mirar en todas direcciones aprovechando todos los sectores de la vida, incluidos en medioambiental y el comercial”.

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