Quevedo denuncia que la obra de García Cabrelles tardará dos años en finalizar

Manuel Ángel Quevedo, el diputado del PP experto en materia de Medio Ambiente, ha denunciado este jueves que las obras que se desarrollan actualmente en la calle García Cabrelles tardarán dos años en finalizar. El representante popular realizó esa previsión teniendo en cuenta que en 7 meses solo se ha ejecutado el 10% de unos trabajos que debían estar finalizados el próximo mes de julio (plazo de 11 meses).

Según Quevedo, esas obras están sufriendo “un enorme retraso” y causando “importantes perjuicios” a los comerciantes de la zona, para los que pidió al Gobierno una línea de ayuda. “El daño que causan esas obras por su enorme retraso y la dejadez que se está teniendo con ella es incomparable con cualquier otra circunstancia que recordemos o conozcamos”, señaló.

El dirigente popular aseguró que ha habido obras con algún problema y han sufrido cierto retraso “pero en este caso es algo que sale de cualquier parámetro que pueda tener cierta lógica”. La obra se inició en agosto de 2022 con un plazo de ejecución de 11 meses y ya lleva consumidos 7. “Ha superado ya dos tercios de su plazo y no hay hecho ni un 10%”.

El proyecto se divide en dos fases y la primera ya debería estar completamente terminada, según el diputado del PP. “Debería estar concluida hace un mes con toda la solería, la iluminación, los árboles… Incluidas las tres placitas que aún ni siquiera se han demolido”, explicó.

El retraso que se está produciendo “está absolutamente fuera de toda lógica y justificación”, insistió para indicar que “a este ritmo, si se hace una comparativa, se tardarían más de cinco años en terminar”. “Esperamos que eso no sea así pero por mucho que corran ahora mismo esta obra no se hace en menos de dos años y supondrá un desastre absoluto para los comerciantes y los residentes”.

Quevedo, además, manifestó que lo que también “molesta tremendamente” es “la mentira y el engaño” de lo que el Gobierno transmite a los ciudadanos. Se refería en concreto a unas declaraciones del consejero de Medio Ambiente, Hassan Mohatar, quien aseguró que García Cabrelles estaría terminada después “de un pequeño retraso”.

Igualmente, criticó que Mohatar afirme públicamente que las obras de la plaza del Rastro finalizará en un mes. “Esas obras están empezando ahora y les queda cuatro meses y medio de plazo, con las cafeterías y los comercios cerrados. A eso le queda por lo menos cinco o meses”.

En su opinión, el Gobierno está llevando a cabo una “campaña de imagen con mentiras, engañando, diciendo que proyectos que no tiene ni redactados van a estar adjudicados en un mes”, comentó. Y no le pasó desapercibido el papel que juega en todo esto la viceconsejera cepemista Yonaida Sel-Lam.

“Al lado del consejero está Yonaida Sel-Lam, la aduladora. Es increíble, solo dice lo bien que lo hace el consejero. Una señora que no tiene que ver en nada está en todas las fotos de Medio Ambiente y de Fomento sin hacer nada, sin que le corresponda absolutamente nada más que buscarse un puesto en las listas adulando a sus compañeros y haciendo de palmera”, comentó.

Manuel Ángel Quevedo entiende que el Gobierno “tiene que darle a esas obras una vuelta inmediata, tomar medidas y ponerse a trabajar para que esto cambie radicalmente”. “No puede haber unos cuantos operarios algunos días. Esto tiene que tener decenas de operarios y maquinaria porque están todavía metiendo saneamiento, que es lo primero que se hace en una obra de este tipo”.

Y, sobre todo, el PP llama la atención sobre la repercusión negativa que el retraso está causando entre los comerciantes de la zona. “Están hundiendo a los comerciantes, cerrando negocios y llevando a la gente a la ruina. Esto no hay quien lo soporte”.

Por eso el PP cree que se debe actuar de forma inmediata y en dos direcciones. Por un lado, “ponerse manos a la obra” y exigir a la constructora que acelere los trabajos; por el otro, habilitar una línea de ayuda económica para los comercios afectados.

Por último, los populares llamaron la atención sobre el hecho de que las obras no se estén ejecutando por la empresa que ganó el concurso sino por la que quedó en segundo lugar en la adjudicación. Según Quevedo, la ganadora, que asumiría un contrato por importe de 2,5 millones de euros, no presentó documentos de trámite y llegó a perder los 77.000 euros que depositó en calidad de fianza. “En este tema habría mucho de qué hablar”, concluyó.