Editorial

Melilla, ante el desafío del fútbol

Vuelve el Mundial a nuestras televisiones en lo que va a ser ya la recta final del Mundial de Qatar, que disputará la final el próximo domingo. Hoy se enfrentan las selecciones de dos países y se podría decir sin temor a equivocarse que es como si se jugara un derby: Francia y Marruecos. A nadie se le escapa que, por ejemplo, la capital francesa, París, tiene miles de residentes marroquíes, que llegan a ser millones en todo el país europeo. La rivalidad está servida y gane quien gane, la gente se echará a la calle para festejar..

Como en las dos ocasiones anteriores en que Marruecos jugó en el Mundial (contra España y contra Portugal), Melilla dispone de un dispositivo especial de seguridad en prevención de posibles incidentes. Lo cierto es que, hasta ahora, al ganar el equipo marroquí, solo ha habido celebración. Y celebración, además, dentro de los cánones de respeto y de simplemente manifestar la alegría por un triunfo futbolístico histórico para el reino alauita y el continente africano, cuyo rey ha gastado mucho dinero, según la prensa internacional, para que la selección tuviera la calidad que se le está viendo en el Mundial.

Es evidente que una parte de los residentes en Melilla estará hoy con Marruecos. Se podrá comprobar en las quedadas organizadas para ver el partido y en la ilusión que invade a una hinchada que asiste atónita a una serie de triunfos que no podían imaginar ni en sus mejores sueños a la vista de la trayectoria de los marroquíes en competiciones anteriores. Y si ganan, por supuesto que saldrán a las calles y así, con normalidad y como un aspecto más de la actualidad melillense, hay que verlo desde la perspectiva de quien no vaya con Marruecos.

Por el momento no hay nada que haga prever la posibilidad de que se produzcan disturbios. Lo que se ha visto contra España y contra Portugal es gente muy contenta, con ganas de fiesta y poco más. Los más animados, los jóvenes, muchos de ellos menores, que cantan y bailan y no van en los coches pitando por toda la ciudad, sino que se concentran en los aledaños de la Plaza de España para dejar de manifiesto su felicidad.

Los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local estarán pendientes para que todo transcurra como debe y es una seguridad grande para los melillenses que ese dispositivo cuide de que todo vaya bien. Es un gusto saber que la Policía estará ahí, como lo es también que se les vea en el centro de la ciudad, en la zona comercial, en los barrios porque su presencia es sinónimo de tranquilidad para el ciudadano.

Todos los melillenses deben saber que en estas fechas navideñas seguimos en el nivel 4 antiterrorista y por eso es conveniente que sepamos ser pacientes si se ralentiza en algo la frontera. Y no olvidemos nunca que solo una sociedad segura puede ser libre.

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