Los melillenses prefieren un plato de carne en el menú de estas navidades frente al pescado. La mayoría de encuestados por El Faro destacan que en sus mesas esta Nochebuena habrá carne. El cordero o el solomillo de cerdo siguen siendo los reyes de la Navidad junto a las carnes rellenas.
Ya va quedando menos para la cena de Nochebuena o la comida de Navidad y elegir qué vamos a degustar en estas fechas tan señaladas, en las que todo el mundo quiere poner en la mesa lo mejor, se hace difícil.
Las navidades son tiempos de excesos en las que se come más de lo que se puede. Entrantes, marisco, sopas, carnes o pescados, postres y un sinfín de dulces navideños a todas horas, con los que más de uno acaba con el cinturón desabrochado.
En muchas casas de Melilla prima la tradición. Ese plato que se lleva cocinando desde tiempos inmemoriales y que pasa de generación en generación por cariño. Esto es precisamente lo que pasa en casa de Carmelo, un melillense que explicó a El Faro que en su familia todas las navidades comen pata de cordero en salsa. Aunque Carmelo confesó que él no es muy cocinillas bromeó con que sí que sabe degustar.
Este cordero, añadió, lo suele cocinar su madre al horno con hierbas aromáticas. No sabía muy bien cuáles, pero aclaró que lleva muchos condimentos y que está buenísimo. "Lo que no puede faltar es el pan para mojar", insistió Carmelo.
La tradición también impera en la casa de Manoli. "Yo voy a comer una sopa de picadillo como hacía mi madre", contó a El Faro. Esta melillense además de sopa, aseguró que hará un solomillo a la plancha y una ensalada para "no ponerme mala del colesterol", advirtió.
Toda la comida que le sobre la guardará para el día siguiente y así no tirar nada, comentó Manoli.
Otros, en cambio, eligen un plato típico de la zona o una reinterpretación de recetas adaptadas a Melilla. Muchos ciudadanos explicaron a El Faro que la tradición moruna impregna los platos en Navidad con entrantes con productos como dátiles, pastelas o dulces árabes como postre.
Tal es la mezcla cultural de la ciudad que algunas personas de otras religiones se unen a celebrar con sus amigos cristianos estas fiestas. "En mi casa siempre hay marisco, un plato de ternera porque no comemos cerdo y muchos saladitos morunos", dijo Salma. Esta melillense es musulmana, pero hizo hincapié en que suele participar en las celebraciones de la Navidad.
Los saladitos a los que se refirió Salma, añadió, suelen llevar queso o champiñones, entre otros ingredientes.
"Siempre es bueno conocer otras culturas", recalcó. Sus amigos también suelen participar en la Pascua Grande de los musulmanes, al igual que ellas en la Navidad o en reyes. "Es lo bonito de la ciudad, aunque no todo el mundo es igual, la mayoría sí", destacó esta joven.
A pesar de que hay melillenses que saben con bastante tiempo de antelación qué van a poner en la mesa en Navidad, otros no tienen ni idea todavía y dejan la elección del menú para otros. Es el caso de Ángel, un melillense que explicó a este diario que en su casa van variando cada año. "Casi siempre pollo relleno", afirmó.
Este pollo, explicó que va relleno de carne picada, champiñones, huevo duro y piñones. Para aderezarlo, una salsa bien rica y patatas. Esto último no puede faltar por nada del mundo en la mesa.
María del Mar por su parte comerá sobre todo verduras. "En mi casa vamos a tener de primero cardo con almejas, que es muy típico de mi ciudad", comentó. "Es muy fácil de elaborar, solo lleva verduras y almejas".
Siempre hemos comido dátiles rellenos, pastéela o empanada. Y los mantecados, pero Halal, el turrón es de origen árabe pero no significa que la Navidad esté impregnada de la cocina moruna. Porque la Navidad es una festividad de origen cristiano. Y en mi casa también se hacen pescados de escama grande al estilo judío y no pasa nada. Eso es parte de la mezcla de culturas. Lo que nunca falta es el marisco y un buen jamón.