El director provincial de Educación, José Manuel Calzado, anunció ayer la intención del ministro Íñigo Méndez de Vigo y del Gobierno local de adjudicar el servicio de mantenimiento de los ordenadores de los colegios de Melilla a una empresa asentada en la ciudad.
Se trata, según explicó Calzado, de un contrato de 150.000 euros que, con toda certeza, vendrá muy bien a compañías melillenses.
En esto no se trata de ser nacionalistas o regionalistas, sino de tener sentido común. Cuando un contrato de esta magnitud se otorga a una empresa de fuera, al final la adjudicataria termina, en algunos casos, subcontratando a una pyme local para que le haga el trabajo ‘in situ’.
O pasa como ha ocurrido con la compañía de Madrid que se venía adjudicando el concurso en liza. Se comprometió a disponer de cinco técnicos para poner a punto el material informático de los colegios de Melilla y luego los cinco puestos de trabajo exigidos en el contrato se quedaron en tres. Con estos truenos, la Dirección Provincial ha manifestado su disconformidad con el servicio prestado y cree que lo más sensato y también, lo más justo, es conseguir que el contrato se quede en Melilla.
En la era de la globalización puede sonar ridículo que intentemos acaparar para empresas propias contratos abiertos a todas las compañías españolas.
Pero por la singularidad de Melilla, lo difícil que lo tienen los empresarios locales y la tasa de paro que tenemos, ya es hora de tomar medidas como ésta, que aseguran empleo y viabilidad económica a empresarios locales.
En eso los vascos son los mejores. Ellos saben cómo barrer para casa y cómo favorecer la economía local. O nos ponemos las pilas o seguiremos con obras colgadas o mal hechas.
Ahí está el caso de la constructora que hizo la obra a la que se le cayó la fachada en Tiro Nacional o la que empezó los trabajos del Mercado Central y empantanó los plazos de ejecución con su quiebra.
Tenemos que atraer empresas a Melilla. Si quieren adjudicarse contratos jugosos, que se vengan a la ciudad y que paguen aquí sus impuestos. Así, ellos nos dan a nosotros y nosotros ganamos con ellos. La iniciativa de Calzado es el primer y mejor paso.