“Que este premio sirva de estímulo para los investigadores noveles”

El historiador y autor del libro ‘Los aguaciles de Melilla’, Miguel Villalba, recogió ayer el premio ‘Melilla Monumental’ de la mano del presidente de la Ciudad.

“Que este premio pueda servir de estímulo y aliciente para los investigadores noveles”, comentó el ganador del IV Premio Melilla Momumental, Miguel Villalba. Este historiador agradeció esta distinción y apuntó que, aunque la labor del investigador  no se realiza con el objetivo de obtener premios, será una forma de que estos trabajadores incansables de archivos y datos mantengan la ilusión de la primera trascripción que realizaron de un documento y que no desfallezcan en la labor ardua y compleja de sus proyectos.
A la entrega de este galardón de la Fundación Melillla Monumental asistió un gran número de autoridades locales y amigos de este cordobés afincado en la ciudad que arroparon el acto con aplausos y agradecimientos por la aportación que Villalba ha realizado desde su llegada a esta localidad.
Este escritor dedicó su premio a su mujer, ya que suele robarle tiempo de dedicación a ella para emplearlo en los proyectos de investigación. Así, le agradeció su infinita paciencia y también quiso destacar la insistencia de sus amigos para que publicara sus estudios y continuara con su labor de historiador, ya que aseguró que ellos veían importante sus hallazgos mejor que él mismo.
De esta forma, reconoció que nunca creyó que estos proyectos de rescate de la historia de la ciudad interesaran a nadie, pero que este premio demostraba su equivocación al respecto.

‘Los aguaciles de Melilla’

De su publicación más destacada para la historia de la ciudad, ‘Los aguaciles de Melilla’, comentó que no se trataba de que al difundir esta investigación los acontecimientos ocurridos con la llegada de Pedro de Estopiñán a estas tierras hubieran cambiado, sino que se daba cuenta de la auténtica realidad que vivieron las gentes que fundaron Melilla como ciudad española.
El presidente de la Fundación Melilla Monumental, José Antonio Vallés, hizo hincapié en el cambio que supone para la sociedad melillense saber que fueron los aguaciles de Melilla los que negociaron con la corona de España, es decir, los Reyes Católicos, la adhesión de la ciudad, a cambio de títulos nobiliarios y tierras en la península. De esta forma, se destierra la imagen de un Pedro de Estopiñán combatiente y que espada en mano conquista estas tierras, por otra, la real, en la que este hombre es el contador de los Duques de Medina Sidonia que se encarga de ocupar la ciudad de forma pacífica.
Esta investigación está contrastada con numerosos documentos y archivos de la época, más de setenta y en su mayoría inéditos, consultados en Toledo, Badajoz, Granada, Sevilla o Córdoba entre otros lugares.
En una época de epidemias y malas cosechas, los aguaciles de Melilla negociaron con la corona de España su adhesión con el objetivo también de estar protegidos bajo lo que sería una gran potencia mundial y que podría defenderles de los turcos.
Además, Villalba destacó que estos aguaciles no eran unos traidores como ha escuchado en algunos comentarios.

Apellido Melilla

El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, agradeció a Villalba las investigaciones que ha realizado durante estos años sobre Melilla y aseguró que se trata de un premio justificado y merecido. Así, destacó su aportación con el libro ‘Los aguaciles de Melilla’, y el haberle ido informando de todos esos avances de forma puntual.
En este sentido, Imbroda aseguró que fue ‘apasionante’ descubrir que Pedro de Estopiñán no fue un conquistador, sino que ocupó la ciudad previo acuerdo, ya que de esta forma se eliminan todas las suspicacias que se levantan en ciertos sectores sociales cuando se celebra el Día de Melilla, puesto que no hubo baño de sangre, tal y como argumentan estas voces.
Así, alentó a Villalba para que continúe muchos años más investigando sobre la historia de Melilla, ya que de esta forma, los ciudadanos podrán descubrir, por ejemplo, que existe el apellido Melilla, y que aún quedan 26 personas, la mayor parte de ellas en Extremadura, que lo llevan.