La Autoridad Portuaria va a reforzar la seguridad en los muelles Ribera I y Ribera II, lugares por los que actualmente se producen el 85% de las intrusiones de inmigrantes, tras haberse desplazado la presión a esta zona después de las obras realizadas en el paseo del espaldón, según ha detallado el presidente del Puerto, Miguel Marín. En el caso del muelle Ribera I, las actuaciones contemplan instalar concertina en una valla ya existente de cuatro metros de altura y 80 metros de longitud; erigir un nuevo vallado de cuatro metros de altura, también coronado con este tipo de elemento cortante; y cambiar la dirección del alambre de espino en otra de las verjas. En cuanto al muelle Ribera II, también se van a colocar cuchillas.
Marín ha concretado que, tras el refuerzo de la seguridad en el paseo del espaldón, se han erradicado las intrusiones por esa zona, que registraba más del 90% de las intrusiones. El presidente del Puerto explicó que, como preveían que la presión de personas que intentan acceder para subirse a un barco que conecta con la península iba a desplazarse a otros lugares, se pusieron a trabajar “con antelación” para elaborar proyectos para “sellar también esos muelles”.
Las actuaciones en el Muelle Ribera I se han adjudicado a la empresa Doranjo por un importe de 84.604 euros, con un plazo de ejecución de cinco meses. No obstante, Marín explicó que la duración de los trabajos se va a acortar, dependiendo básicamente del tiempo que que tarde el proveedor en traer a nuestra ciuadad tanto la valla como la concertina puesto que “la instalación es relativamente rápida”. “Una de las zonas sometidas a mayor presión ahora mismo va a quedar totalmente sellada en unos meses”, subrayó.
Marín concretó que en este muelle, se diferencian dos tramos. Uno está situado en la zona de preembarque, al lado del merendero, donde hay una doble valla: una de 2,5 metros de altura con alambre de espino y otra de cuatro metros, “sin protección en la parte superior”, de 80 metros lineales. La primera se quedará igual y la otra, se va a coronar con concertina.
En cuanto al segundo tramo, cuenta actualmente con una valla de 2,5 metros de altura con alambre de espino, con una longitud de 120 metros lineales. El representante de la Autoridad Portuaria especificó que se va a llevar a cabo una doble actuación. Por un lado, se va a cambiar la dirección del alambre, que ahora mira para la zona de preembarque y que se va a orientar hacia la zona de seguridad interior del puerto. En segundo lugar, se va a instalar una valla de cuatro metros de altura que estará rematada con concertina.
En cuanto al Muelle Ribera II, Marín avanzó que en los próximos meses también tienen la intención de colocar concertina en la valla de 110 metros lineales, de cuatro metros de altura, que hay en esa zona y que ahora no cuenta con ningún elemento de “protección”.
El presidente del Puerto indicó que, con estas actuaciones, persiguen conseguir un doble objetivo: por un lado, dotar de mayor seguridad “a una de las infraestructuras estratégicas más importantes que tiene la ciudad” y en segundo lugar, evitar el “efecto llamada” de inmigrantes.
De hecho, Marín recalcó que con estas actuaciones se pretende “hacer todo lo contrario”: que lo que se transmita en el boca a oreja “en los entornos de esas mafias que trafican con los seres humanos y en los entornos de inmigrantes ilegales que buscan llegar a la península a través de este medio” es que se busquen otro sitio para salir “porque aquí no lo van a conseguir”.
Además, el presidente de la Autoridad Portuaria señaló que esto no se queda aquí y las actuaciones van a continuar. Indicó que, cuando tengan selladas estas dos zonas, la presión quedará prácticamente solo por los puestos de control, tanto por el de embarque como por el de Florentina.
“Estaremos muy atentos a la evolución que vayamos teniendo de este fenómeno de intrusiones, que el puerto lleva padeciendo desde hace muchísimos años, y que afortunadamente en estos momentos estamos cercando. Estamos dando con la solución definitiva para que esta cifra prácticamente desaparezca”, aseguró Marín.
“La idea es que los extranjeros ilegales se aburran y busquen otros puertos y otras ciudades”. Con estas palabras ha justificado el presidente de la Autoridad Portuaria, Miguel Marín, las medidas de refuerzo de la seguridad en los muelles Ribera 1 y Ribera 2 que ha anunciado hoy y que incluyen la instalación de concertina. Con ello, pretenden evitar las intrusiones de personas que intentan colarse en barcos para llegar a la península.
A preguntas de los periodistas en relación con posibles críticas de las ONG por elementos cortantes, fue rotundo: “Lo que me preocupa es la seguridad de Melilla y de los melillenses”.
“Siempre llevaremos a cabo todas las actuaciones que nuestro Estado de Derecho nos ofrezca y esta es una de ellas”, añadió. Dijo que, por el momento, es la solución más útil. “No daña absolutamente a nadie que no quiera llevar a cabo un acto ilegal”, indicó.
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