La Ciudad Autónoma anunció ayer que en los presupuestos del próximo año se va a reservar una partida para la construcción de una escuela para 150 niños en Afganistán, una iniciativa que surge a raíz de la petición de un coronel melillense destinado en aquel país. Desde luego se trata de un proyecto importante, humanitario e indudablemente loable.
Ello da muestras de la calidad y solidaridad de esta ciudad, aspectos subrayados en más de una ocasión por toda nuestra clase política –en ello nunca ha habido discrepancias– y de esos vínculos que Melilla siempre ha tenido con el Ejército.
Pero al margen de esta noticia, destacar el otro ‘proyecto’ anunciado por Arenas y duramente criticado ayer por el PSOE.
¿Que el PP andaluz quiere traerse su próxima reunión de la Ejecutiva a Melilla?, pues bienvenida sea. ¿Que quizá sería más lógico elegir cualquier localidad andaluza antes que Melilla?, pues también. Pero creo que la intención no es reclamarla como un cortijo, sino más bien apoyar a una ciudad que en las últimas fechas, por lo menos presencialmente, no ha contado con nadie del Gobierno.