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La prostitución en Melilla es más invisible: pasa de estar en la calle a los domicilios

La prostitución en Melilla no ha desaparecido. Las mujeres que están en situación de prostitución ahora son más invisibles que nunca. Ya no están en la calle, sino en domicilios privados, por lo que cuesta aún más que las ONG puedan contactar con ellas y ayudarles en lo que necesiten. Fiet Gratia es una entidad que se dedica a asistir a estas mujeres. Actualmente, presta ayuda a 21 de ellas de forma semanal.

“Lo que más solicitan son leche de fórmula y pañales. Muchas son mujeres con bebés o varios niños”, así lo destacó Fiona Bellshaw, la directora de Relaciones Institucionales y de Proyect Rescue en España, el área de Fiet Gratia que busca la asistencia a víctimas de esclavitud sexual.

Bellshaw comentó que llegaron hace dos años a Melilla y desde hace un año funciona un proyecto de atención integral a estas mujeres. Fiet Gratia cuenta con un equipo de detección con el objetivo de ir a las zonas donde hay mujeres que son prostituidas. Explicó que ahora mismo esas áreas son pisos.

Y es que la pandemia y el cierre de la frontera han llevado a cambiar la realidad de estas mujeres, pero subrayó Bellshaw que sigue existiendo la prostitución. Es más, aseveró que en la siete regiones donde tienen equipos han visto que incluso con la llegada del covid, se ha mantenido o ha empeorado la situación de muchas mujeres y han acabado en una situación de prostitución.

Más difícil de detectar

La prostitución ha salido de la calle y ahora se hace más invisible porque todo está detrás de puertas cerradas. No hay ningún distrito ni un polígono, como hay en otras zonas del país, donde se concentren las mujeres y se las pueda encontrar y ayudar de forma más sencilla. En Melilla, como en muchos otros lugares, la prostitución puede estar en cualquier sitio. Puede estar en cualquier piso. Puede estar más cerca de nosotros”.

Es más, cree que en Melilla, una ciudad donde hay tantas dificultades sociales, “quizás es aún más difícil detectar situaciones así de mujeres que pueden estar sufriendo esta situación”.

Las mujeres

La dirigente de Fiet Gratia comentó que el equipo multidisciplinar va donde están las mujeres que son posibles víctimas de trata y que están en una situación de explotación sexual, que al final también son víctimas, añadió.

Asimismo, remarcó que se atiende a mujeres que están en situación de prostitución por su alta vulnerabilidad. “Hay muchas mujeres en Melilla que, por la pandemia, por verse atrapadas en la ciudad y no tener otras posibilidades, son un blanco fácil para personas que se pueden aprovechar de esta situación y las acaben llevando a la prostitución”, afirmó.

Bellshaw destacó que muchas no ven salida a su situación, no tienen acceso a una vivienda ni tienen documentación en regla. Las mujeres extranjeras no pueden volver a su país, pero tampoco ir a la península. “La situación es muy complicada”, dijo.

Además, señaló que muchas tienen hijos a su cargo y toda esta situación se vuelve aún más compleja porque tienen la responsabilidad de sacarlos adelante.

Por ello, Fiet Gratia atiende a todas estas mujeres de perfiles diferentes en la ciudad.

Y la forma de vida para ellas no es igual. Hay mujeres que pueden salir del piso en el que son prostituidas, aunque deben estar localizables 24 horas. Afirmó que algunas podrían estar en la calle caminando al lado y no podríamos detectar que son explotadas a nivel sexual.

En cambio, otras viven en régimen de esclavitud teniendo que pagar por su comida, por una cama e incluso por la ropa que necesiten para salir.

La ayuda

Y todas tienen algo en común y es la situación de necesidad que viven. La responsable de la ONG subrayó que el equipo de Fiet Gratia lleva siempre un kit de ayuda básica, que incluye alimentos, productos de aseo, mascarillas, gel hidroalcohólico y preservativos, entre otras cosas.

Esta entidad ofrece una ayuda integral a la mujer y, a través del teléfono, se da asistencia psicológico. Cuentan con 3 psicólogas que cuando hay una mujer que tiene mucha ansiedad y precisa de ser escuchada, puede llamarlas, incluso si está dentro de un piso de prostitución, añadió.

Asimismo, remarcó que el equipo está muy formado y especializado en temas de trata de seres humanos y se puede dar una orientación sobre su situación legal. Incluso intentan distinguir entre esta situación y otras.

Incluso dan ayuda sanitaria a estas mujeres. Aunque sobre todo, señaló Bellshaw, lo importante es escucharlas para saber bien su situación y poder ayudarlas.

Más mujeres prostituidas

Bellshaw también comentó que en estos dos años de pandemia han visto como en toda España aumentaba el número de mujeres en situación de prostitución. Aseveró que esto fue así incluso en el confinamiento. En el resto del país han seguido llegando mujeres de Europa y de América Latina.

Pero en Melilla, con el cierre de la frontera, la situación ha sido diferente. La representante de Fiet Gratia explicó que antes entraban las mujeres a diario. Tras el cierre de la frontera, hubo mujeres que se quedaron atrapadas y volvieron cuando Marruecos aceptó abrir los pasillos humanitarios.

No obstante, apuntó que, aunque la frontera esté cerrada no ha bajado el número de mujeres que están en situación de prostitución.

Remarcó que hay más mujeres en situación de riesgo y de vulnerabilidad porque la pandemia ha provocado que hayan perdido su trabajo. Explicó que algunas podían estar de empleadas de hogar o en otros trabajos y fueron despedidas con la llegada de la covid.

Bellshaw aseveró que, aunque no quieren aceptar la propuesta de prostitución, al final acaban aceptando porque no ven otra salida.

Explicó que, tras estar y atender a miles de mujeres, ninguna de ellas quiere estar ahí. “Se cree que hay mujeres que están en prostitución porque quieren y no es así. Incluso en las situaciones que no se identifican como trata de personas para la explotación sexual, son mujeres víctimas de muchas otras cosas de la vida”, afirmó.

Además de ser muy vulnerables, las mujeres que están en situación de prostitución tienen dos sentimientos en común, como son la vergüenza y la culpa. Aseveró que muchas veces ellas no saben ni que son víctimas y creen que esto que les pasa es por haber hecho algo mal.

La forma de entrar de Fiet Gratia en los pisos es ofreciendo ayuda básica. Y a pesar de toda esta realidad, la directora de la ONG subrayó que para algunas de ellas esta situación de explotación sexual terminó, fueron rescatadas y están ahora en la península en los pisos de acogida.

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