“Profesionalmente, el premio Ciudad de Melilla es el más importante de mi vida”

  • Raúl Arévalo recibió ayer, en la gala de clausura de la Semana de Cine, un reconocimiento por su trayectoria. Con El Faro habla sobre su debut como director y de las dificultades del celuloide

El actor Raúl Arévalo fue premiado ayer noche, en la gala de clausura de la IX Semana de Cine, con el premio Ciudad de Melilla. Esta distinción pretende poner en valor la labor de los jóvenes talentos del celuloide. Un reconocimiento más que justificado. En los Goya se llevó cuatro cabezones por su película ‘Tarde para la ira’. En una entrevista con El Faro habla sobre la experiencia de su debut como director y de las dificultades que atraviesa el mundo cinematográfico en España.

–¿Qué supone recibir el premio Ciudad de Melilla?

–Profesionalmente, seguramente sea el más importante de mi vida porque, después de haber hecho mi primera película, ‘Tarde para la ira’, no iba a imaginar, ni en el mejor de mis sueños, tantos elogios y tan buenas críticas. Además, es la tercera vez que estoy en la ciudad y siempre me han cuidado mucho. El Premio Ciudad de Melilla, junto a otro que recibí hace poco en un pueblo de Zaragoza, son muy especiales por la gente de la que vienen.

–¿No le parece extraño que se le reconozca con este premio, pero no se haya proyectado su película ‘Tarde para la ira’ durante esta Semana de Cine?

–Este detalle no lo conocía. No creo que se haya hecho con malas intenciones, ya que he recibido este reconocimiento. No sé cuál es el criterio que se sigue para la selección de las películas, pero puede que mi proyecto no haya encajado en la programación.

–‘Tarde para la ira’ ha sido su primera película y en los Goya se llevó cuatro premios (película, director novel, guión original y actor de reparto). ¿Cómo se digiere eso?

–Bien y sobre todo con mucha alegría. Teniendo en cuenta el esfuerzo que supone hacer una película, el hecho de que te reconozcan y te recompensen, ayudando a que la gente conozca de la existencia de tu trabajo y le interese verla, es muy gratificante.

–Pasaron ocho años para que saliese adelante su proyecto. ¿Se encontró con muchas trabas al ponerlo en marcha?

–Hacer una película es muy difícil , y más hoy en día. Además, hay que tener en cuenta que quería hacer un trabajo con plena libertad y contar la historia tal y como yo lo había imaginado. Esto llevaba a que el proceso de búsqueda de financiación fuese más complicado. Quizá a alguien le podía interesar, pero con otro casting. Mi empecinamiento en que el filme fuese como me daba la gana a mí hizo que pasasen muchos años hasta que encontré a mi productora, Beatriz Bodegas, que sacó mi proyecto adelante.

–¿Entonces el éxito que tiene como actor no le ayudó?

–Es cierto que ser actor te ayuda a conocer productores o ejecutivos de televisión que te puedan abrir con mayor facilidad las puertas para escucharte, pero eso no significa que después de haber conocido tu propuesta vayan a invertir millones de euros por tu cara bonita. Por tanto, el ser conocido puede favorecer en el primero paso, pero para la aprobación final de un proyecto entran muchos factores en juego.

–¿Cuándo decidió que quería dirigir una película?

–Desde que soy pequeño sueño con hacer cine. Cogía la cámara de mis padres y hacía cortos con mi hermana, mis vecinos y mis primos. En este sentido, me interesaba más la dirección que la actuación. Finalmente, empecé mi carrera como actor, pero siempre soñé con oder dirigir una película.

–¿Qué le parece que el cine haya quedado fuera de la rebaja del IVA?

–Preocupante y triste. He pasado del cabreo y del enfado a la tristeza. Creo que hay una especie de inquina hacia la cultura de este país y al cine en particular. Es claramente un problema de España porque cuando he viajado fuera, como por ejemplo a Italia o Francia, la gente alucina cuando le contamos nuestra situación. Hay una clara intención del Gobierno de ir en contra de la cultura por mucho que digan que no es así.

–¿A qué cree que se debe esa intención?

–No lo sé. Supongo que a un Gobierno no le interesa un pueblo culto. Quizá también porque la cultura viene siendo muy reivindicativa y ha estado más vinculada a la izquierda. También hay que recordar la gala de los Goya de 2003, la del ‘no a la guerra’, que desató mucha polémica. Lo que fue la simple expresión de una opinión, fue tomado como un ataque. Supongo que algo de venganza hay. No encuentro otra explicación.

–¿Qué nos espera próximamente de Raúl Arévalo?

–En noviembre, se estrenará la película ‘Oro’ de Agustín Díaz Yanes, en la que parezco como actor. Además, acabo de rodar un cortometraje con Estrella Damm y en junio, comenzaré a rodar ‘El aviso’, dirigida por Daniel Calparsoro.

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