Operarios de limpieza despejaron en la jornada de ayer los restos de las seis infraviviendas del Cerro del Palma Santa que fueron pasto de las llamas el viernes.
En la jornada de ayer, varios operarios de limpieza despejaban del Cerro de Palma Santa los pocos restos carbonizados que quedaban del incendio de este fin de semana por razones de seguridad. Los trabajadores se afanaron durante buena parte de la mañana en retirar de Palma Santa los elementos que habían quedado en la zona donde se declaró el incendio, todos ellos de fácil combustión, ya que las chabolas están fabricadas, principalmente, con madera y plástico.
Para el máximo dirigente de la ONG melillense Prodein, José Palazón, el esfuerzo de limpiar para despejar el lugar del suceso sólo tendrá como consecuencia que los inmigrantes comiencen cuanto antes a construir nuevas chabolas en el poblado.
“Ya ha ocurrido otras veces. Cuando alguna chabola sufre algún daño no tardan en repararla o incluso en volver a construirla si es necesario”, aseveró Palazón. Para el dirigente de Prodein, la solución al problema del chabolismo pasa por mejorar las condiciones del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI), sobre todo en lo que respecta a su régimen interno.
“Está claro que deben existir normas, pero es necesario un sistema más flexible para que los inmigrantes se encuentren lo suficientemente a gusto”, recalcó al tiempo que recordó que muchos de ellos pasan años en el centro a la espera de ser trasladados a un Centro de Internamiento para Extranjeros (CIE) o a una ONG a cargo del Estado.
Asimismo, Palazón subrayó que si no se empieza a contemplar a corto plazo la mejora de las condiciones de vida del CETI “habrá problemas” y afirmó que los inmigrantes que están viviendo de manera habitual en el asentamiento de Palma Santa se están viendo sometidos “a una enorme presión psicológica”.
“La solución no pasa por retirar las chabolas”, aseguró, “si algún día las tiran, los inmigrantes volverán a levantarlas en algún otro lugar de la periferia de Melilla y si se lo impiden, la cosa puede llegar a estallar”, añadió.
En este terreno, parece que no habrá una resolución a corto plazo, pues para eliminar el poblado es necesaria una resolución judicial que permita actuar en dichos terrenos, la cual ambas administraciones llevan esperando varios años. En este sentido, uno de los coprietarios de la parcela señalaron a El Faro hace unas semanas que la decisión de la Justicia llegaría a corto plazo
La postura de la Delegación del Gobierno desde que su máximo dirigente, Abdelmalik El Barkani, tomó posesión del cargo en enero, continúa siendo la misma: El asentamiento es un “sinsentido”, pues conlleva una falta de seguridad patente para sus habitantes y para los vecinos de la zona, que en numerosas ocasiones han denunciado que el poblado suele ser foco de peleas, robos y prostitución.
Además, Delegación ha conminado en varias ocasiones a los habitantes del poblado a volver al CETI, defendiendo que allí pueden disfrutar de sus comodidades.
En lo que se refiere al estado de ánimo de los inmigrantes que viven en las chabolas, Palazón subrayó que están algo tensos, tanto por los últimos sucesos como por la deportación de varios congoleños a su país de origen el pasado mes de marzo.
“La presión psicológica que están sufriendo estas personas es demasiado severa”, lamentó el máximo dirigente de Prodein, quien reiteró que habrá que actuar con cautela para que la situación no se vaya de las manos. “Hay que empezar a pensar cuál es la alternativa a destruir el poblado”, concluyó.
El problema del poblado de chabolas del Cerro de Palma Santa comienza a enquistarse. En el último mes, este asentamiento, al que suelen acudir los residentes del CETI, ha sido testigo del fallecimiento de una persona por herida de arma blanca y de dos incendios que destruyeron por completo varias de estas infraviviendas. El último tuvo lugar el pasado sábado, cuando seis chabolas fueron pasto de las llamas.