Varios inmigrantes del centro han comunicado a la ONG que la multitudinaria pelea se originó cuando algunos residentes comenzaron a increpar a un supuesto “chivato” por delatar a sus compañeros.
La multitudinaria batalla campal que tuvo lugar la noche del pasado viernes en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes (CETI) de Melilla ha reabierto el debate sobre las condiciones en las que viven sus residentes.
Y es que, pese a que los agentes sociales y las asociaciones humanitarias coinciden en apuntar que la causa de la reyerta podría haber sido la tensión acumulada entre los inmigrantes por el régimen interno del centro, el detonante aún no ha sido confirmado de manera oficial.
En la jornada de ayer, Prodein, una de las ONGs de la ciudad que más de cerca sigue el día a día de los residentes, señaló a ‘El Faro’ que la pelea podría haber tenido su foco en el encuentro de varios inmigrantes con otro que actuaba como informante de la Policía Nacional. Una afirmación que. al parecer, los propios afectados han trasmitido a la asociación humanitaria, según precisó su máximo dirigente, José Palazón, quien descartó que pudiera haberse tratado de un desencuentro con los empleados del CETI, ya que así se lo han comunicado a la ONG varias personas que trabajan en sus instalaciones.
No obstante, fuentes sindicales, con Comisiones Obreras (CCOO) a la cabeza, aseguraron a ‘El Faro’ que fue un problema con los cocineros el que provocó los incidentes.
No obstante, Palazón afirmó que varios inmigrantes de origen subsahariano le han comunicado que todo comenzó con una discusión con un supuesto informante de la Policía, la cual subió de tono y provocó que otros acudieran en su defensa, iniciándose así una auténtica batalla campal.
El máximo dirigente de Prodein insistió en que los confidentes policiales, que también son residentes del CETI, suelen recibir un trato de favor dentro del centro, lo cual despierta las suspicacias entre sus compañeros. De igual modo, afirmó que estas personas son las únicas que suelen obtener el permiso de residencia como “premio” a sus servicios.
En cuanto a la actual situación en el centro, descartó la idea de que los incidentes puedan volver a repetirse a corto plazo, indicando que tan sólo se trata de un caso puntual, “una discusión subida de tono que fue a más”.
Ajuste de cuentas
De igual forma, desechó “por completo” que la pelea estuviera relacionada con un posible ajuste de cuentas entre inmigrantes de distinta nacionalidad, ya la Policía Nacional informó de que la reyerta estuvo protagonizada por dos bloques; uno de cameruneses y otro de argelinos. Por tanto, rechazó la hipótesus de que pueda tratarse de una venganza por el incendio de una chabola del Cerro de Palma Santa semanas atrás en el que fallecieron tres personas.
Un incidente que también se relacionó con un supuesto ajuste de cuentas, según declararon vecinos de la zona en su día, aunque la versión oficial de los hechos indica que se trató de un fuego accidental.
Sea como fuere, Palazón apuntó que los ánimos en el CETI están “muy caldeados” a causa del régimen interno impuesto a los residentes, que provoca que muchos de ellos opten por pasar el día en las chabolas.
“Las normas del centro impiden el reagrupamiento familiar o que puedan existir parejas. Es una cárcel con unas leyes que influyen en el ánimo de los que tienen que cumplirlas”, agregó el dirigente de Prodein.
Tres detenidos
Por el momento, lo único ciertos es que los incidentes se han saldado con tres detenidos, los cuales han sido identificados como presuntos cabecillas de los desórdenes, según informó ayer la Delegación del Gobierno. De igual modo, se ha identificado a varias personas que participaron en la pelea.
A pesar de estas informaciones, por el momento no han trascendido de manera oficial cuales fueron los detonantes de los hechos. Mientras que Prodein asegura que fue provocada por la presencia de confidentes, los sindicatos señalaron que fue un altercado con los cocineros lo que encendió la mecha.
Parece que la normalidad ha vuelto al CETI, ya que ayer al mediodía se retiró el último retén de la Guardia Civil que quedaba presente para asegurar la normalidad en la zona.
Más de 150 residente del CETI se vieron implicados en la pelea
El CETI ha retornado a la tranquilidad tras los incidentes protagonizados anoche por un numeroso grupo de inmigrantes que precisó la actuación de efectivos de la Guardia Civil y CNP apoyados por miembros de la Policía Local, según informó ayer la Delegación del Gobierno en nota de prensa.
Los altercados se iniciaron sobre las 21,30 horas de este pasado viernes 15 de marzo cuando un grupo de unos 90 subsaharianos de Camerún y otro de alrededor de 60 argelinos se enfrentaron entre ellos en el comedor del CETI. Posteriormente, otro grupo de inmigrantes de origen nigeriano se unió a la pelea.
Los vigilantes de seguridad que prestan servicio en el centro se vieron “desbordados” por la situación al ser agredidos por los alborotadores con lanzamiento de piedras y otros objetos, demandando de forma inmediata la presencia de unidades de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que tuvieron que emplear material antidisturbios para sofocar la revuelta.
Los mismos vigilantes fueron los que retiraron del foco del conflicto a los empleados del CETI en aplicación del protocolo de seguridad, trasladándolos a un lugar protegido.
La Guardia Civil y el CNP consiguieron controlar la situación sobre las 22,30 horas.
Como resultado de estos hechos, se ha procedido a la detención de tres inmigrantes como presuntos cabecillas de los desordenes e identificado a varios más que también participaron en estos incidentes que han ocasionado un número indeterminado de heridos, aunque ninguno de ellos de gravedad.