Melilla vivió ayer el primer día de la llamada ‘nueva normalidad’. Después de tres meses de confinamiento y medidas de restricción al movimiento y la actividad comercial y empresarial, hemos regresado a donde nos quedamos antes de que se decretara el estado de alarma, pero con importantes cambios que afectan a nuestro día a día. El uso de las mascarillas, el distanciamiento social y las medidas de seguridad sanitaria que ahora tenemos la responsabilidad de cumplir, han cambiado nuestro día a día y es importante que las cumplamos. Ayer supimos que se han detectado tres nuevos casos de COVID-19 en la ciudad. Melilla mantenía una dinámica envidiable respecto a la poca expansión de la pandemia en nuestra ciudad pero los nuevos casos demuestran que el virus sigue entre nosotros y que puede reaparecer en cualquier momento. Además, un reciente estudio publicado por la revista Nature advierte de que los anticuerpos generados por pacientes de coronavirus que han sido asintomáticos o han tenido pocos síntomas podrían durar solo dos o tres meses. Esto supone un aumento del riesgo ya que podría haber reinfecciones en casos superados.
Tenemos que saber que la enfermedad no ha desaparecido y que la apertura de las conexiones con otros territorios aumenta las posibilidades de sufrir un rebrote. No perdamos de vista que ayer, tres comarcas de Huesca han tenido que volver a la fase 2 de la desescalada por la reaparición del coronavirus. No podemos caer en la complacencia y pensar que todo está hecho. Por desgracia, aún nos queda mucho por pelear contra esta pandemia.