Uno de los acusados afirmó ayer en la Audiciencia que “nunca he planeado ni planearé atentado contra mi país (España). Seis de los nueve supuestos miembros de una célula islamista acusados de planear atentados en Ceuta en 2006 para “liberar” esta ciudad y la de Melilla y convertir de nuevo España en Al-Ándalus bajo dominio musulmán negaron ayer los hechos por los que se les juzga en la Audiencia Nacional.
En el primer día de la vista oral celebrada ante la sección cuarta de la sala de lo penal que preside la juez Ángela Murillo, uno de los acusados, Ahmed Abderrayat Laarbi, alias ‘Tajina’, afirmó que rechaza cualquier tipo de terrorismo.
“Nunca he planeado ni planearé atentados contra mi país (España)”, añadió.
Durante el juicio, Abdelkarim Chaib para el que el fiscal pide tres años de prisión por un delito de falsedad documental continuada con fines terroristas, reconoció haber modificado las fotografías de dos DNI, aunque negó haber planeado la obtención de explosivos del cuartel de Hacho, tal y como sostiene la Fiscalía.
A preguntas del fiscal Carlos Bautista, a propósito de unos machetes intervenidos a Hiasin Mustapa Mohamed, éste señaló que “guardaba los cuchillos porque faltaban ocho o nueve días para la fiestas del borrego”, y añadió que no ha realizado ningún acto “ilícito”.
Asimismo, el acusado aseguró no conocer el Corán aunque sí lo ha leído, y calificó la yihad como el resultado de esforzarte cada día, ir a rezar a la mezquita todos los días y respetar a los padres.
El resto de los procesados que declararon durante la mañana de ayer también negaron pertenecer a la célula islamista, y afirmaron que no tienen ningún tipo de vínculo “religioso, cultural, o político” entre ellos y aseguraron que se conocen porque son vecinos del barrio ceutí del Príncipe.
Según expone el fiscal en su relato de conclusiones provisionales, la célula se fue formando a partir de abril de 2005 en la mezquita ceutí de Darkawia, en torno a la figura de Mohamed Fuad Abdeselam, que reunió un grupo que consiguió expulsar al imán del templo y sustituirlo por dos marroquíes “que predicaban la versión más extrema del islám”.
El fiscal pide para todos ellos una pena de 8 años de prisión por integración en organización terrorista, además de otros dos años y medio para Mustafá Abderrahman Ahmed por el de robo con intimidación.
“Como objetivos ideológicos tenían liberar a Ceuta y Melilla y convertir de nuevo España en Al-Ándalus, bajo dominio musulmán”, dice el fiscal, que añade que en las reuniones de la célula se hablaba de ir a combatir a Irak o Afganistán e incluso de repetir en las ciudades autónomas “lo sucedido el 11 de marzo (de 2004) en Madrid”.
El juicio, que está señalado hasta el día 29, se reanudará hoy a las 10:30 horas con la declaración de los tres últimos acusados.