De haberse cometido un presunto delito previo a la desaparición de la mujer de Reina Regente, cabe la posibilidad de que hubiera prescrito o estuviera a punto de hacerlo. Así lo han manifestado fuentes jurídicas consultadas por El Faro, que establecieron en 20 años el período de prescripción, según lo establecido en el apartado 1 del artículo 131 del vigente Código Penal.
La citada norma señala que "los delitos prescriben: a los veinte años, cuando la pena máxima señalada al delito sea prisión de quince o más años. A los quince, cuando la pena máxima señalada por la ley sea inhabilitación por más de diez años, o prisión por más de diez y menos de quince años". En este caso, las mismas fuentes apuntaron que serían 20 años de prescripción por entender que de haber un presunto delito de asesinato la pena máxima sería la prisión de 15 o más años.
Los supuestos hechos que comentamos se remontan a hace 20 años, cuando desaparece una mujer sin dejar rastros. De pronto, la noche del pasado miércoles saltó la liebre: la Policía Nacional estaba buscando posibles restos humanos en la parte de la casa, en el número 26 de la calle Larache del Barrio de Reina Regente, que hace 20 años era un garaje.
A partir de ese momento empiezan a circular toda clase de comentarios sobre el tema. Lo único oficial es lo manifestado al respecto por la Delegación del Gobierno, que señalaba la existencia de una investigación policial y consecuente registro en un inmueble de Reina Regente, autorizado por el juez. Se trataría de "restos mortales" de una persona que lleva desaparecida más de 20 años.
Nuestros datos apuntan a que el otrora marido de la desaparecida es un ex legionario, de nombre P. James Barsehson (o Barsserson), natural de Liberia, de 61 años, y con nacionalidad española, que se encuentra ingresado en prisión, si bien se desconoce la causa exacta de su actual situación penitenciaria.