Un informe revela que en España cuatro de cada diez hogares sobreviven gracias a algún tipo de prestación. En Melilla el número de beneficiarios se ha duplicado entre 2007 y 2011.
Tomando como referencia la principal fuente de ingresos, en el 47,51% de los hogares de España el dinero se obtiene del trabajo por cuenta ajena, y casi el 40% de pensiones, subsidios por desempleo, y otras prestaciones y ayudas públicas. Atendiendo a la situación en la actividad del sustentador principal, en 2011, el 57,46% de los integrantes de los hogares estaba ocupado, el 8,75% parado y el 27,4% jubilado o retirado. En el resto de hogares, está inactivo. Hay al menos tres realidades familiares con características y necesidades propias, es decir, que tienen su origen en su composición y estructura, exigen un tratamiento diferenciado y preferente: Familias numerosas, familias monoparentales y familias con personas discapacitadas.
Nos encontramos ante una sociedad cada vez más envejecida y una crisis que mantiene en el paro a más de la mitad de los jóvenes españoles. Son los dos factores que explican el creciente número de familias que dependen de pensiones, prestaciones por desempleo, subsidios o ayudas sociales para sobrevivir. En Melilla y Ceuta, la situación incluso se agrava por sus condiciones especiales de ciudades fronterizas y de un mercado laboral sin muchas más perspectivas que el sector servicios. El Instituto Nacional de Estadística revela que en 2011 había en Melilla 4.500 personas que recibían algún tipo de prestación contributiva o no, duplicando la cifra de 2007, cuando eran sólo 2.215.
Y parece que va a más. El dato lo destacó la catedrática María Teresa López al presentar su estudio ‘Análisis de los comportamientos socioeconómicos de las familias’, encargado por la ONG Acción Familiar y el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para utilizarlo como base de un plan integral de apoyo a los hogares que el Gobierno pretende aprobar en 2014.
El estudio se detiene especialmente en la importancia que han cobrado en los últimos años las pensiones de jubilación para las economías familiares. Lo demuestra otro de sus indicadores: el gasto medio por hogar presenta una caída continuada desde 2007 excepto entre los jubilados, que cada vez más se ven obligados a destinar sus pensiones y ahorros para ayudar a familiares castigados por la crisis. Según el INE, entre 2006 y 2011 el gasto de los mayores de 65 años aumentó un 32,9%. “Todos los datos parecen mostrar que el actual sistema de pensiones es un instrumento –ahora más que nunca– de carácter no solo asegurador, sino sobre todo redistributivo, que en manos de las familias duplica sus efectos y utilidad”, explicó López.
Otro informe presentado el mes pasado por la Fundación 1º de Mayo, vinculada a Comisiones Obreras, especificaba que los pensionistas son el sustento principal del 26,8% de los hogares españoles. El sindicato advirtió entonces de que el actual cuestionamiento de la sostenibilidad del sistema público de pensiones “no solo pone en jaque el derecho a un envejecimiento digno y de calidad, sino que acaba con el único sustento de muchas familias”.
La ministra Ana Mato ha asegurado que modificará la ley de familias numerosas para que conserven las prestaciones a las que tienen derecho hasta que el más pequeño de los hijos cumpla la edad límite (21 años o 26 si estudia). Algo que ahora no ocurre y que genera una situación de desigualdad para los hermanos pequeños, que pierden todas las ventajas cuando los mayores llegan a la edad límite y dejan de contabilizarse dentro de la unidad familiar aunque no estén emancipados, lo que ocurre con frecuencia en un momento en el que la tasa de paro juvenil alcanza el 57%.
600.000 hogares sin ingresos
En 2012 había casi 600.000 hogares que no tenían ningún tipo de ingresos: ni de trabajo ni ayudas y/o prestaciones públicas. Más del 60% de los hogares tenían dificultad para llegar a fin de mes, pero el 12,7% tenía mucha dificultad. La tasa de pobreza por tipo de hogar es especialmente elevada en el caso de familias monoparentales y en familias con hijos. En 2012 se llevaron a cabo alrededor de 30.000 adjudicaciones por ejecución hipotecaria de primera vivienda, el 36,86% a extranjeros. Otro de los datos que se desprenden del estudio es que los hogares tienen un alto grado de endeudamiento, básicamente como consecuencia de la compra de la vivienda principal, que supone casi el 60% de dicho endeudamiento. El hogar endeudado dedica alrededor del 20% de su renta bruta a su pago. Y que ser mujer sigue siendo motivo de discriminación. Las casadas tienen una tasa de actividad casi 12 puntos por debajo de la de los hombres.