Cuando todavía nos encontramos sumergidos en la pandemia del coronavirus, otra enfermedad preocupa a parte de la población. Y es que los casos de la viruela del mono aumentan a diario. A Melilla todavía no ha llegado, pero son muchos los melillenses que desconocen a qué se enfrentan cuando hablamos de esta enfermedad.
Desde Salud Pública informan que en España ya hay casi 5.000 casos declarados de la viruela del mono y dos fallecidos. En todo el territorio nacional se aplica el mismo plan que fue acordado por la Comisión de Salud Pública. Dentro del cual se incluye un protocolo para la detección y manejo de los casos de la enfermedad, además de las recomendaciones de vacunación para el brote de la enfermedad que hay actualmente.
La consejera de Salud Pública, Francisca Maeso, asegura que la aplicación del programa es similar en Melilla que en el resto del país y que se activó desde el principio del brote, como ocurrió en el resto de Comunidades Autónomas.
Sin embargo, todavía no ha habido casos registrados de la viruela del mono en la ciudad autónoma, a pesar de su extensión por la península. Entre los melillenses el desconocimiento ante esta nueva enfermedad es palpable. Su única vía de información, según dicen, es lo que ven en la televisión y, aún así, los datos que conocen escasean.
"Yo solo sé lo que veo en la tele", cuenta María. Lo que sabe es lo que cuentan en las noticias, un batiburrillo de información que puede acarrear confusión y aumentar el estigma que se crea alrededor de la enfermedad. Ella ha escuchado en los informativos que los hombres gays y las mujeres lesbianas son los más propensos a contagiarse, pero en su opinión esto no es más que una manera de culpar "a los más débiles", como ya ocurrió hace cuarenta años con el VIH.
El dato más esparcido es la forma de transmisión: por contacto estrecho. "Sé que está habiendo bastante polémica porque dicen que tiene que ver con las relaciones sexuales", comenta otro melillense.
Por otro lado, algunos se lo toman con humor. No conocen “ni la del mono ni la de la mona” y lo atribuyen a triquiñuelas de los políticos. “La mayor enfermedad que existe son los políticos y nadie pone remedio a ello”, comenta Ildefonso, y bromea con que el año que viene tendremos “la viruela del orangután”.
Y es que la población todavía se encuentra exhausta con el coronavirus. Parece que va a terminar, pero los casos vuelven a subir y luego bajan, así constamente. porque no salimos de una cuando ya estamos en otra. “El covid no lo he pasado. Espero no coger ahora esta”, comenta Vicky, refiriéndose a la viruela del mono.
Aunque después de los más de dos años de pandemia que llevamos en el cuerpo, algunos se sienten esperanzados y no creen que esta enfermedad vaya a tener el mismo alcance. “Si hemos pasado el covid, la viruela del mono también”, afirma Fernando, otro melillense.
El síntoma que salta más a la vista son unas erupciones cutáneas que se producen en la piel y cuyas imágenes se han propagado como la pólvora desde la aparición de esta enfermedad. Estos “circulitos con ampollas”, tal y como las han denominado algunas personas, reciben el nombre de exantema (una erupción rosacea que nace como consecuencia de algunas enfermedades infecciosas).
Sin embargo, antes de su aparición, los contagiados pueden sufrir fiebre, mialgia, dolores de cabeza y un cansancio general. Además, la viruela del mono puede producir llagas bucales, dolor perianal o amigdalitis.
Mucho se ha hablado de cómo se propaga este nuevo virus y el denominado contacto estrecho ha causado mucho revuelo, causando un estigma injustificado alrededor de la enfermedad.
El contagio se produce desde el inicio del exantema hasta la curación de las lesiones, que es cuando aparece una nueva capa de piel. Durante todo ese periodo, la viruela del mono puede transmitirse de una persona a otra.
Las vías de transmisión son diversas. La más conocida entre todos es por el contacto físico estrecho con el infectado. Este caso ha levantado incógnitas de cómo de cerca ha de ser ese contacto, atribuyéndolo a las prácticas sexuales. Si bien durante estas hay bastantes probabilidades de contagiarse por razones obvias, también puede producirse a través de la saliva, la ropa y otras superficies.
Tiene un periodo de incubación de siete días y los infectados tardan en curarse entre 2 y 4 semanas. La mayoría de los casos suelen ser leves y los tratamientos con los que se combate son antivirales y vacunas.
El Ministerio de Sanidad es el responsable de asignar las vacunas a las Comunidades Autónomas y Ciudades Autónomas, y se hace dependiendo de las personas en las que esté indicada. Por este motivo, una vez que se hayan administrado las dosis pertinentes, bajo previa justificación de su uso al Ministerio, se podrán recibir más vacunas para administrarlas a otras personas.
Por ahora, se conoce que el Ministerio ha asignado a la Ciudad Autónoma un total de cuatro vacunas que están en camino. Están dirigidas a cuatro melillenses que cuentan con factores de riesgo para poder contraer la enfermedad.
Aún así, de momento, la viruela del mono todavía no ha llegado a Melilla, pero muchos ciudadanos no descartan la idea de que se encuentre al acecho y que esté “a la vuelta de la esquina”. Aseguran que en la ciudad se produce un gran tránsito de personas, tanto desde la península como desde Marruecos, por lo que es cuestión de tiempo que esta enfermedad también brote aquí.
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