Los profesionales sanitarios son un pilar importantísimo en estos momentos para el mundo debido a la pandemia. Pero la formación de algunos de ellos, en concreto, los estudiantes de enfermería, está en el aire. Una importante parte de la educación universitaria de estos profesionales en los últimos años son la prácticas y este ámbito sigue sin concretarse a pesar de los esfuerzos de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UGR de Melilla. La decana, María del Mar Alfaya, aseveró a El Faro que de momento, por la situación sanitaria de Melilla, al igual que en Murcia y en Madrid, se va a detener el inicio de las prácticas. Indicó que no es que no se vayan a hacer, sino que no pueden empezar el 21 de este mes que es cuando comienza el curso para la UGR.
Alfaya explicó que hoy tienen una reunión con la UGR para preparar la comisión mixta con el Ingesa, el instituto con el que deben firmar el convenio para que los estudiantes puedan hacer las prácticas. “Vamos a intentar negociar y ver cómo se puede acelerar que se inicien estas prácticas, sobre todo, en varias cuestiones”, destacó.
La primera es que la conferencia nacional de decanos de las facultades de Enfermería ha mantenido una reunión con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, para que tenga en cuenta lo que puede suceder si estos estudiantes no hacen prácticas y si no acaban las que están atrasadas. “Y es que ahora mismo no hay prácticamente enfermeros en las bolsas de todo el país. No hay paro en Enfermería. En Melilla no hay nadie. Hay estudiantes que han terminado y están tutorizando a sus compañeros. Para los colegios, por ejemplo, tampoco ha habido enfermeros porque no hay en bolsa”, destacó la decana de la facultad.
Éste es uno de los puntos que se abordará con el Ingesa porque Alfaya aseveró que como no hagan un esfuerzo las autoridades sanitarias y, con todas las precauciones, los alumnos estén en los hospitales y los centros de salud, también con enfermos con Covid para aprender, nos podemos encontrar con que en junio no van a salir nuevos enfermeros ni enfermeras y “habrá un problema grande demanda de este colectivo”.
La semana pasada el Sistema Andaluz de Salud sacó el protocolo para este asunto y eso también ha provocado que las universidades andaluzas comiencen más tarde las prácticas y además, matizó Alfaya, se está haciendo de forma escalonada. Conforme les hacen las pruebas a los alumnos, se van incorporando a los puestos.
Por ello, insistió en que hay un retraso generalizado en el inicio de las prácticas y subrayó que Melilla trabaja desde hace meses en este asunto.
La decana de la Facultad de Ciencias de la Salud argumentó que en nuestra ciudad dependemos de las decisiones de Andalucía, pero también de la situación del sistema de salud local.
Espera que el lunes se pueda avanzar más en esta reunión que hay entre las entidades de la UGR para ver las prácticas, pero insistió en que no se tendrán noticias más definitivas hasta que la comisión mixta con el Ingesa nacional y local, así como Ceuta, se pueda abordar este tema.
Alfaya argumentó que la UGR está pendiente de este asunto, de hecho, el vicerrector de Docencia, que es el responsable de las prácticas, contactó con el Ingesa nacional y la respuesta del Instituto Sanitario fue que “de momento no hay prácticas”, aunque conocen toda la situación, y apuntan que hay que ver cómo evoluciona toda la situación sanitaria.
Al margen de todo esto, los planes de la Facultad de Ciencias de la Salud era que los alumnos pudieran comenzar las prácticas en otras instituciones, como estar de rastreadores con Salud Pública, desarrollar sus conocimientos en una clínica privada o en las entidades de mayores mientras que el Ingesa toma una decisión.
Y es que la situación sanitaria en Melilla va agravándose conforme pasan los días y si el Ingesa ya era reticente a inicios de septiembre a admitir a alumnos, ahora que hay más de 350 personas infectadas con Covid, se hace más complicado aún el contexto.
Pero la formación que ofrece Ciencias de Salud se ve afectada por el Covid-19 porque no todas las clases van a ser presenciales para sus alumnos. Las clases comienzan el 21 para los estudiantes de segundo a cuarto de Enfermería y de Fisioterapia.
Las dos primeras semanas, que son de teoría, las aulas se dividirán en dos subgrupos de forma que habrá una semipresencialidad. Las clases se han acondicionado con separación de 1,5 metros y será obligatoria la mascarilla. En una clase habrá la mitad de alumnos asistiendo de forma presencial y la otra mitad en sus casas escuchando y viendo la lección en directo gracias a la adquisición de unas cámaras especiales. Se van a alternar por semanas.
Lo que sí será presencial para todos son serán las prácticas de las asignaturas que se dan aulas y los seminarios. En este caso ya eran grupos reducidos, aunque hay, por ejemplo, un laboratorio que es muy pequeño y tocará desdoblar aún más los grupos para mantener esa distancia de seguridad entre el alumnado.
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