Ayer se llevó a cabo el descubrimiento de las placas colocadas en las tres sinagogas que se construyeron en Melilla la Vieja, una propuesta impulsada por la Asociación Mem Guímel que trata de poner en valor el rico patrimonio histórico de la ciudad. Los letreros de barro servirán para indicar que, en su tiempo, aquellos fueron lugares de culto. Melilla fue la primera ciudad donde regresaron los hebreos tras ser expulsados por los Reyes Católicos y aquí construyeron la primera sinagoga, el primer cementerio y la primera escuela. Un patrimonio del que podemos estar orgullosos.
La instalación de las señales supone un primer paso para dar a conocerel pasado de nuestra ciudad y que Melilla entre en la Red de Juderías, al que pertenecen sólo un puñado de ciudades como Toledo, Segovia, Barcelona, León o Córdoba.
Todas estas urbes ofrecen a los visitantes su patrimonio arquitectónico, histórico, medioambiental y cultural, herencia de las comunidades judías que los habitaron, y nuestra ciudad debería hacer lo mismo.
Poner en valor y potenciar nuestra rica historia serviría de excelente reclamo para que más turistas decidieran elegir Melilla como destino.
Debemos aprovechar las peculiaridades de nuestro legado y profundizar en su promoción para hacer que el turismo en la ciudad crezca, tanto cualitativa como cuantitativamente. Tenemos un importante filón y debemos explotarlo.