Alimentación Pachón presume de ser el comercio más antiguo de Melilla, o eso es lo que asegura su gerente, Miguel Fernando. Su bisabuela fundó el ultramarinos allá por 1908. El Faro ha salido a la calle para descubrir los secretos de este comercio que lleva abierto más de un siglo.
"Yo nací aquí y mi padre también", es lo que comenta Miguel. Antes la tienda era la mitad y en la otra parte se encontraba su casa.
Lo que conserva de aquella época son las estanterías, el perchero donde cuelga los jamones y el mostrador de mármol. "La nevera la he cambiado porque hay que cambiarla". A lo largo de los años ha hecho remodelaciones en el local. El nombre también sigue siendo el apellido de su bisabuela aunque él no se apellide Pachón porque a lo largo de las generaciones se ha perdido el apellido. "La esencia la misma". Su padre era Fernando Jiménez Pachón y ahí se acabó la saga de los Pachón.
En su tienda, se venden embutidos, queso fresco, bebidas y sobre todo bocadillos. Tanto tiempo lleva al frente de su negocio, que tan solo entrar un cliente sabe perfectamente de qué quiere el bocadillo. "El bocadillo de todos los días ya se sabe".
Sus clientes llevan muchos años ya yendo a su ultramarinos y son clientes fijos.
Con 20 años decidió trabajar en la tienda. Comenzó haciendo repartos y terminó dirigiendo el negocio, una vez su padre se jubiló. Miguel cuenta a El Faro que no sabía qué hacer con su vida, incluso empezó una carrera universitaria, pero se dio cuenta de que el negocio familiar era lo suyo. "No sé hacer otra cosa". Y con él, son ya cuatro generaciones las que han dirigido el negocio. "Al nacer aquí lo he vivido siempre".
"Yo me paso el día aquí" Miguel vive para trabajar. Cuando no está atendiendo a los clientes está haciendo números, explica.
Después de tantos años tras el mostrador, a Miguel a penas le queda un año para jubilarse. "Mi mujer está ya loca por quitarse de aquí", y aunque él piensa dejarlo dentro de poco, le va a dar mucha pena. Con él se termina la saga familiar pero espera que alguno de sus trabajadores se ponga al frente.
Miguel explica que trabaja "muchas horas", su ultramarinos está abierto de lunes a viernes de 9:00 a 14:30 y de 17:00 a 21:30 y los sábados de 9:00 a 15:00.
En Alimentación Pachón trabajan cuatro empleados juntos a su mujer y él. Dos de ellos se dedican a hacer repartos y los otros dos atiendes a los clientes. "Cuesta sacar todas las pagas pero nos va bien".
Uno de esos empleados es José Manuel . Él ha contado a El Faro que en enero cumplirá 6 años trabajando allí. "Yo no me esperaba que iba a trabajar en un sitio así". El es de Almería, al enterarse por un conocido que estaban buscando un empleado "vine y tuve suerte".
Al cabo del día hace bastantes bocadillos, cortes de jamón y de queso y bandejas de embutidos. José Manuel confiesa que los bocadillos que más le piden es el de atún con tomate y queso o el de chorizo de Cantimpalos. De jamón también se lo llevan mucho pero sobre todo como entrantes.
Cuando Miguel se jubile, él piensa seguir trabajando en el ultramarino si puede ser. "A ver si podemos seguir con esto".
Uno de los negocios familiares más antiguos, o el más antiguo, según su dueño, de Melilla dentro de un año dejará de ser un negocio familiar. Miguel Fernando, su gerente, se jubilará dentro de un año, y aunque le va a dar mucha pena, su mujer lo está deseando. Desde los 20 años lleva regentando un local en el que el cliente de toda la vida, nada más entrar, recibe lo de siempre.
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