Un porteador cruza entre 8 y 10 veces el paso para llevar ropa y mantas l Muchos vienen de Nador o ciudades cercanas con la incertidumbre de si ese día tendrán trabajo que hacer.
“Es cuestión de suerte. Hay días que podemos cruzar más veces y otros que nos quedamos sin trabajar”. Son los más de 35 años de experiencia los que hacen que uno de los ‘empresarios’ porteadores que acuden a diario al paso fronterizo de Barrio Chino pronuncie estas palabras. El Faro ha hablado con ellos, les ha preguntado por la rentabilidad de su profesión y por la seguridad monetaria que hay detrás. “Seguridad ninguna, hay días que por cada camión lleno que traigo me llevo unos 50 euros, y hay veces que vuelvo a casa sin nada”, sentencia este trabajador que, sin embargo, sostiene que es una forma de ganar dinero rentable, por lo que la sigue desarrollando.
En el gremio de los porteadores hay, por llamarlo de alguna manera, dos escalafones. Están por un lado los que ponen la mercancía y hacen algunos viajes y, por otra parte, los que son contratados en negro y por jornadas para cruzar sistemáticamente la frontera. Uno de estos empleados que habló el pasado jueves con El Faro apuntó que, como cada año, están viviendo una racha especialmente intensa con motivo de la cercanía de el Aid El Kebir.
“Yo me dedico a llevar bultos, Sólo hago éso. Llevo así ocho años”, asegura este trabajador que, sostiene que en un buen día de trabajo, cruza el paso de Barrio Chino entre ocho y diez veces y se lleva a casa entre 20 y 30 euros.
Un viaje desde Nador
“Vengo de Nador. Para mí un día de los que cierran la frontera por avalanchas me hace perder el sueldo y el dinero del transporte”. Éste es otro de los casos que se dan entre los porteadores de la frontera. Se trata de personas por lo general jóvenes, que vienen desde Nador u otras localidades cercanas a Melilla y trabajan a destajo cruzando de un lado al otro el paso de Barrio Chino.
Así pues, ante casos de cierre de la frontera, como el ocurrido el pasado miércoles, estos empleados no sólo se quedan sin percibir los 20 ó 30 euros de su retribución, sino que pierden el coste del desplazamiento.
“Ocurren mucho”
“Esta semana hemos tenido dos”, apunta uno de los empresarios de este gremio al ser preguntado sobre si los cierres de frontera en caso de ‘avalancha’ de personas son frecuentes en Barrio Chino. “Hace años pasábamos por Beni Enzar, pero ahora nos hacen usar esta frontera”, asegura este trabajador, que sentencia que “ahora las ‘avalanchas’ ocurren mucho”. “Hace falta que se organice mejor la frontera para que la gente respete más las colas”, aseguró también este porteador.
Ancianas y monopatines
A simple vista, sorprende ver a mujeres mayores trabajando codo con codo con jóvenes que no pasarán de los 30 años en su mayoría. Sin embargo, más impactante aún, es ver cómo estas mujeres levantan pesados fardos y los cargan a sus espaldas, viéndose relegadas a una postura de encorvamiento casi extrema. Por otra parte, muchos porteadores usan monopatines como si de carros de transporte se tratase, para llevar los bultos desde los camiones de las zonas aledañas hasta el paso de Barrio Chino.
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