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Un proyecto de la Facultad de Educación y Humanidades concluye que los universitarios que colaboran con colectivos sienten que tienen una vida plena
Ni son personas que no saben qué hacer con su tiempo ni tampoco están perdidas y le buscan un sentido a la vida. Todo lo contrario. Contra la idea establecida que puede tenerse de que la gente que colabora con algún colectivo o causa de manera altruista, un proyecto desarrollado por la Facultad de Educación y Humanidades concluye que los voluntarios universitarios coinciden en que se sienten “plenos” a todos los niveles en su día a día.
Rafael López Cordero, profesor de esta facultad, es quien ha coordinado este microproyecto titulado ‘Integración de los menores extranjeros y no extranjeros en situación de exclusión social con el alumnado universitario en acciones solidarias a través de programas de sensibilización de voluntariado’, que incluía una investigación, la puesta en marcha de una campaña de concienciación entre los universitarios y una intervención práctica con cincuenta niños que viven una realidad difícil.
Objetivos
Uno de los objetivos de la parte de investigación se centraba en determinar las diferentes motivaciones que llevan a una persona, en este caso universitarios, a decidirse a colaborar de forma voluntaria con algún colectivo.
Para llevar a cabo esta iniciativa, desarrollada entre los pasados 1 de febrero y 28 de septiembre, recibieron financiación de la II Convocatoria de Microproyectos Universitarios de UGR Solidaria para el Desarrollo Local del curso 2016/2017, convocada por la Universidad de Granada.
Tres ejes
Valores, voluntariado e interculturalidad han sido los tres ejes vertebradores de este microproyecto. En relación con la motivación, el docente que ha coordinado la iniciativa destaca que hay tres cuestiones en las que los voluntarios coinciden y los diferencian de otros jóvenes que no colaboran con ninguna causa: aprenden y disfrutan de la cultura, tienen hábitos sexuales saludables y sienten que son personas plenas en su día a día.
No obstante, López Cordero reflexiona sobre estos resultados, que se pueden interpretar de doble manera: “Puede que tengan una vida plena y eso sea determinante para que se animen a ser voluntarios o puede que sea precisamente el voluntariado lo que ayude a que tengan una vida plena. Es como lo del huevo y la gallina. ¿Qué va primero?”.
En la parte de investigación han intervenido seis docentes de la universidad, cuatro alumnos voluntarios, 156 menores extranjeros del centro de La Purísima, los 50 jóvenes en riesgo con los que se ha intervenido y 192 universitarios (de ellos, 140 no voluntarios y 52 voluntarios).
En el proceso de investigación se obtuvieron también datos de los menores participantes (extranjeros y nacionales) través de los cuestionarios pasados aunque con estos no se ha trabajado porque se han centrado en determinar las motivaciones de los voluntarios pero, según el docente, era necesario hacer un estudio más amplio para poder alcanzar conclusiones.
Futuros cauces
“En general, los resultados han sido muy positivos”, señala el docente con satisfación. De esta manera, el proyecto contribuirá a establecer cauces de futuros proyectos entre la Universidad de Granada (UGR) y Cáritas Diocesana de Málaga en Melilla. Además, también se ha contribuido a la sensibilización de alumnos y profesores universitarios con implicaciones reales en el mundo del voluntariado.
Y es que el proyecto también incluía una parte práctica y se ha trabajado con cincuenta menores en riesgos de exclusión social, procedentes fundamentalmente de los barrios del Real, Industrial e Hipódromo. Los universitarios participaron durante la primera quincena del mes de julio en las colonias urbanas de Cáritas San Agustín.
Instrumento válido
Además, según explica López Cordero, otro de los objetivos era la creación de un instrumento válido para la recopilación de los datos, es decir, que el proceso de elaboración de la encuesta y la elección de la muestra fuera correcto en términos científicos. En ese sentido, el profesor se muestra satisfecho porque se ha logrado validar tanto la herramienta utilizada como los resultados obtenidos.
De cara a futuras investigaciones, el profesor indica que podría servir de base este instrumento aunque fuese necesario hacer pequeñas modificaciones para ajustarlo al caso concreto.
Rafael López Cordero explica que la intención es seguir trabajando durante este curso los temas de valores, menores y voluntariado. El objetivo final es que el mundo sea un poco más justo.