LOS PRESUPUESTOS participativos, impulsados desde la Consejería de Distritos, encaran una nueva fase. Ahora, los 25 proyectos presentados por los melillenses que han pasado la criba técnica y han recibido suficiente apoyo de los ciudadanos, se enfrentan a una nueva votación. Desde la Ciudad Autónoma recordaron ayer que es necesario un apoyo mínimo para que estas propuestas se ejecuten y animaron a la ciudadanía a participar. Esta iniciativa, una de las aspiraciones de Coalición por Melilla que ha logrado llevar a la práctica en su acción de Gobierno, es una buena noticia para la salud de la democracia en la ciudad. Además, el proyecto a tenido buena acogida entre los melillenses. En un primer momento, se presentaron 169 propuestas y la participación de la ciudadanía a la hora de valorar y votar los proyectos ha sido elevada. Dar la voz a los ciudadanos a la hora de elegir a que se destina el dinero recaudado por los impuestos, es dar poder de decisión al melillense de a píe. No sólo acerca la gestión de la ciudad a los votantes, si no que sirve para mejorar la imagen que de la política tienen muchos. Uno de los mayores males para una democracia es que el ciudadano se sienta alejado de sus representantes y que sienta que no se gobierna para él. Los presupuestos participativos son una manera de recuperar la confianza en que la política es un instrumento útil para mejorar el bienestar de todos y que está al servicio del ciudadano.