El 8,59% de los menores de España y el 10,11% en Melilla sufre situaciones de pobreza visual. Así lo pone de manifiesto el informe 'Radiografía de la pobreza visual infantil en España', un análisis elaborado por la asociación de utilidad pública Visión y Vida, que estima cuántos menores no pueden disfrutar de una buena visión debido a los problemas económicos de sus familias. Se presenta hoy con motivo del Día Universal del Niño, que tendrá lugar el próximo día 20 de noviembre.
Es lo que la entidad llama “pobreza visual”: aquellas situaciones en las que un menor de 18 años necesita gafas, lentes de contacto o terapia visual para poder ver bien, pero la situación económica de su familia le impide el acceso a una adecuada salud visual.
Esta problemática puede tener un alto impacto en la vida y desarrollo de los niños afectados. No ver correctamente tiene una relación directa con sus posibilidades de educación a la hora de estudiar, desarrollarse o relacionarse con los demás. Concretamente en España esta situación la viven 761.157 menores. Es decir, el 8,59% de los menores de España sufren situaciones de pobreza visual. En el caso de Melilla, la cifra asciende a más de 2.500 menores de 18 años, siendo una de las áreas con mayor tasa de pobreza infantil. Su tasa de pobreza visual infantil representa un 10,11 % del total.
Del mismo modo ocurre con Ceuta, una de las zonas con mayores tasas de pobreza visual (19,84 %), seguida de Extremadura (11,52 %), Asturias (10,73 %) o Andalucía (10,56 %). Así, llegamos hasta áreas donde la pobreza se sufre en menor medida, como es el caso del País Vasco (5,02 %), Navarra (5,38 %), Aragón (5,69 %), Madrid (6,76 %) o Castilla y León (6,97 %).
“Para nosotros, como entidad que vela por la salud visual de los ciudadanos, la única tasa posible de pobreza visual sería la de 0. No ver bien durante los primeros años de vida excluye, reduce las oportunidades de futuro, genera fracaso escolar y aísla. Nuestro país no debería permitirse ni un solo caso de pobreza visual por un problema económico”, explica Salvador Alsina, presidente de Visión y Vida.
Este informe nace tras conocer el resumen ejecutivo de las bases para la implementación de la Garantía Infantil Europea en España, un encargo de la Comisión Europea que tiene como objetivo reducir la alta tasa de pobreza infantil del país. Este documento, que indica las acciones a acometer antes de 2027, no destina una partida específica a la problemática de la mala salud visual en España: “es imprescindible entender la salud visual como un elemento de igual importancia que el resto de carencias. Un menor con un problema de visión no compensado puede ver comprometidos sus resultados académicos, fracasar en sus estudios, en su desarrollo como persona y afectar a su futuro como miembro de la sociedad. Algunos de los problemas que surgen son de comprensión lectora, de expresión, de capacidad de estar delante de un texto el tiempo necesario que afectarán su desarrollo y derivarán en problemas de exclusión social. Son frecuentes aquellos casos de personas que solo en la etapa adulta descubrieron que su problema de aprendizaje se debió a un defecto visual que podía haberse detectado con una revisión y compensado con unas gafas”, explica Elisenda Ibáñez, óptico-optometrista y coordinadora de Visión y Vida.
Para la entidad, la solución pasa por trabajar de manera coordinada en un entorno próximo al menor, el educativo: “el programa de nutrición, la monitorización del desarrollo del menor y la revisión visual deben estar interconectadas”, incide Ibáñez. La realidad es que es en el centro educativo donde se detectan gran parte de los problemas de un niño y, por ello, es ahí donde mejor podrá abordarse una solución.
“Consideramos que es el momento de dar un paso al frente, ayudados por estos fondos nacionales y europeos. Sin una buena visión el menor no podrá disfrutar de una buena educación, del aprendizaje de idiomas, de la formación o del deporte. Conocemos ya referentes como el Bonus Vista italiano o el acuerdo del Ayuntamiento de Valencia. Si uno de cada tres casos de fracaso escolar está relacionado con un problema visual no detectado en su momento, ha llegado la hora de mitigar esta lacra”, explica Alsina.
La asociación lleva desde el inicio de la pandemia del COVID-19 explicando cómo se están generando casos de pobreza visual entre el 20,7 % de la población que vive bajo el umbral de la pobreza (27,4 % de media en el caso de los menores, siendo una de las más altas de Europa). Por eso quiere ahora animar a los ciudadanos a firmar su causa en Change.org. “Hemos logrado que con los diferentes fondos europeos se suplan muchas carencias y se proyecten nuevas iniciativas en España. Ahora es el momento de la salud visual de los menores”, concluye Alsina.
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