La Asamblea de Melilla celebrará hoy un Pleno que se promete maratoniano, con seis interpelaciones al Gobierno local y un total de 25 preguntas. Hemos pasado así de barajar la posibilidad de aplazarlo al mes que viene, entre tanto se aprobaba el nuevo Reglamento de la misma Asamblea –conforme a la propuesta de CpM que rechazaron PPL y PSOE- a enfrentarnos a una sesión larguísima que, como dijo ayer el presidente Imbroda, acabará diluyéndose en un sinfín de temas desaprovechando la oportunidad de hacer un control gubernativo más centrado en los asuntos de mayor calado e importancia.
El PSOE, con un discurso revanchista indisimulado, pretende proponer de nuevo que se cree la Mesa Local por el Empleo porque, según alega, ahora que el PP gobernará tanto en la Nación como en la Ciudad, no hay excusa para que el Ejecutivo de Imbroda diga que las competencias de empleo recaen en la Administración central.
Los socialistas se tienden su propia trampa y dan cuenta de su nula predisposición a la cooperación en asuntos de mayor trascendencia, cuando reconocen, por la misma regla de tres, que si esa Mesa Local antes no fue posible era porque el control del SPEE y de las políticas económicas y de empleo no dependían de un Gobierno del PP, sino de un Gobierno socialista como el de Zapatero.
EL PSOE, que tanto rédito electoral ha sabido sacar a los Planes de Empleo, parece olvidar que cualquier política relativa a la lucha contra el paro requiere de las autoridades nacionales y su representación en Melilla. Por tanto, a qué viene ahora su propuesta sino para demostrar por qué antes no fue posible.