Arrancó ayer la Semana Náutica con una propuesta deportiva, lúdica y festiva que se centra en el Puerto Noray y que ofrece a los melillenses una oportunidad de vivir el verano de forma más relajada y a tono con los nulos esfuerzos que recomienda el duro agosto que andamos viviendo. Son muchas las ofertas que disfrutar con carácter gratuito. Los pubes del puerto deportivo se convierten
en una gran fiesta, y la noche invita a la diversión.
La Semana Náutica se programó, con mucho esfuerzo, en unas fechas muy buenas para el ocio y difíciles
para la competición, por causa del levante plomizo que normalmente suele dificultarla. Por el contrario,
puntúa para el Campeonato Nacional de Vela, lo que le otorga un valor añadido que, junto a su apuesta
por la clase amateur, le permite abarcar distintos frentes sin menguar un ápice en su valor deportivo.
Vivir la Semana Náutica es una forma de vivir Melilla en verano, porque lleva ya quince años organizándose
y desde un lustro a este parte ha conseguido popularizarse más que nunca.
Bien es verdad que estamos en Ramadán y que miles de melillenses viven estos días marcados por un
ejercicio arduo de sacrificio, pero el calendario lunar es tan movible como inamovible nuestro calendario
occidental. Por eso, los no creyentes, los no musulmanes y los niños en general sí están llamados a disfrutar
de una Semana Náutica que, en su engrandecimiento, engrandece también nuestra ciudad.