Sociedad melillense

Pilar Illázquez: “Muchas veces las personas vienen buscando comprensión, compañía porque están desorientados”

El número de melillenses que precisa ayuda se incrementa y, al igual que en el resto de España, su perfil no es el mismo que hace unos años. Familias que antes no precisaban alimentos o prendas para vestir, ahora, debido a la crisis y a la pérdida de poder adquisitivo, sí.

Una de las organizaciones que respalda a las personas más necesitadas, desde hace mucho muchos años, es Cáritas Diocesana, así que decidimos hablar con Pilar Illázquez, responsable de Cáritas Melilla, quien nos explica los engranajes de la entidad: “Cáritas Melilla o Cáritas Parroquiales, como la conocíamos antes, ahora es una Comisión Arciprestal de Cáritas. En esta Comisión Arciprestal están representadas todas las Cáritas de Melilla, que dependen directamente de Cáritas Diocesana, cuyo presidente es el señor obispo de Málaga y en Melilla nuestro señor vicario Don Eduardo Resa. En mi caso, soy la coordinadora de esta Comisión, representante de Cáritas Diocesana, aquí en Melilla. En todas las parroquias de Melilla tenemos un Cáritas Parroquial porque la caridad es la acción social y caritativa de nuestra Iglesia. Sin la caridad, sin el amor no tiene sentido nuestra entidad como cristianos”.

Cáritas Diocesana se encuentra presente en Santa María Micaela, en el Sagrado Corazón en la Purísima, que se unen al estar la Purísima en obras, San Agustín y Cáritas de San Francisco Javier. Todas ellas tienen su Cáritas, organizada con su presidente, su director y dos de sus voluntarios: “Desde la Comisión Arciprestal yo soy la coordinadora, ya que contamos con un secretario y una trabajadora que está todas las mañanas en la sede, ubicada en la calle Roberto Cano, 2. En ese local se celebran los programas que tenemos, en coordinación con la consejería de Bienestar Social y, en verano, con la consejería de Educación”, explica Illázquez.

“Desde Bienestar Social tenemos un programa, llamado 'Erradicación de la pobreza' y otro de 'Intervención social' que ponemos en marcha para paliar las necesidades básicas de familias con niños; el segundo está dedicado al pago de alquileres y suministros. Tenemos una serie de familias, en coordinación con Bienestar Social, para saber qué precisan: el pago de ese alquiler o de los suministros. En verano, organizamos la colonia urbana que se realiza durante el mes de julio. Además, de las Cáritas Parroquiales, a la Comisión Arciprestal de Melilla pertenecen las entidades religiosas de nuestra ciudad como son las Hermanas de María Inmaculada, conocidas como las Monjas del Monte María Cristina, los Hermanos de La Salle, los Maristas y las Hijas de la Caridad, que pertenecen a la Comisión, y llevan a cabo diferentes programas en colaboración con Cáritas Melilla”, matiza la responsable en nuestra ciudad.

Para llevar a cabo esta armonización, cada dos meses, Cáritas Diocesana mantiene una reunión, en la cual “ponemos en común tareas, programaciones, lo que se está ejecutando y para ello nos organizamos, tanto con la Ciudad Autónoma como con las diferentes entidades y ONGs de Melilla, que trabajan con los más necesitados en diferentes parcelas o perfiles, y cada Cáritas Parroquial abre su despacho en días alternos: los miércoles, San Francisco Javier abre por la tarde, Santa María Micaela, los martes por la tarde, San Agustín todos los días está abierta, y en el Sagrado Corazón, los martes y jueves por la tarde”.

Respecto al proceso que se sigue a la hora de ayudar a las personas, Illázquez nos comenta que: “Tenemos un primer contacto con ellas y después realizamos una visita y un seguimiento para ayudar y estar al lado de esa familia, que demanda varias necesidades: desde alimentación, ropa, calzado, libros… es decir, los gastos de cualquier familia”.

Siempre que hablamos de Cáritas nos viene a la imagen una persona donando alimentos o entregando bolsas, pero actualmente esta entidad se adapta a la sociedad, incidiendo en otros puntos: “La entrega de una bolsa de alimentos se hace en momentos puntuales, pero no tenemos ni un día, ni un momento preciso para el reparto de alimentos porque Cáritas ha evolucionado dentro de una sociedad con diferentes carencias y perfiles de personas necesitadas. Ahora, apostamos por una atención más directa porque entregar una bolsa de comida está muy bien, pero cómo hacen esa comida, cómo pagan la luz, cómo pagan el gas. Entonces se necesitan muchas más cosas que esa bolsa. Queremos llevar a cabo la promoción de la persona, devolviéndole la dignidad de hijos de Dios, asesorándoles y ayudándoles a que sean artífices de su salida de esa situación en la que se encuentran. Pretendemos que se sientan acompañados y queridos porque, además, la mayoría de las personas que se acercan a la Iglesia, a Cáritas son musulmanes. Nosotros no tenemos en cuenta, ni la raza, ni la religión. Lo más relevante es que esa persona, que también es hijo de Dios, necesita ayuda y nosotros si podemos se la damos, y lo más importante que le ofrecemos es compañía, comprensión, escucha. Muchas veces es lo primero que requieren porque vienen muy desorientados y frustrados de esta sociedad que nos ha tocado vivir”.

Durante la entrevista, Pilar Illázquez quiere dejar muy claro que: “Nuestros voluntarios pertenecen a diferentes parroquias y desinteresadamente ofrecen su tiempo porque ninguno cobra, ni yo tampoco. No tenemos un sueldo. Lo hacemos desinteresadamente para ayudar a los demás, y porque hemos descubierto el amor de Dios claramente, si no hubiéramos descubierto el amor de Dios no tenderíamos la mano al hermano que más lo necesita”.

Otro apartado importante que la coordinadora de Cáritas Melilla no quiere deja pasar por alto es la colaboración a través de donativos: “Tenemos convenios con la Ciudad Autónoma, pero también recibimos donativos de socios, personas que se acercan a nosotros y nos ofrecen su ayuda. Ahora, por ejemplo, en la Declaración de la Renta pedimos que se marque cruz en la casilla de la Iglesia, pero también en la de fines sociales porque van dirigidas no sólo a la Iglesia sino también a la ayuda social”. Un pequeño gesto como marcar una cruz puede sustentar a muchas personas que, en estos momentos, atraviesan dificultades. Desde esta entidad, cercana, pero poco conocida precisan la ayuda de todos los melillenses que se caracterizan por ser unos ciudadanos solidarios. Además, no podemos olvidar que mañana podemos ser nosotros los que se encuentren en esa situación.

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