El ex delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkani, ha participado en la primera operación que se practica en Melilla para extirpar un tumor intrarraquídeo a una paciente de 68 años que no podía andar y que tras la exitosa intervención recuperó en 24 horas la movilidad en sus piernas.
Noticias como ésta nos dan una idea de la grandeza de los profesionales que tenemos en Melilla, por lo que no se entiende por qué no ponemos más recursos a su disposición.
Han pasado ya casi tres meses desde que los médicos iniciaron una huelga que pide lo que estamos hartos de pedir los pacientes: una sanidad pública de calidad. Los ciudadanos necesitamos saber que si nos enfermamos de gravedad, habrá recursos para salvarnos la vida.
Se ha acusado a los médicos de instrumentalizar su protesta con fines partidistas, como si no supiéramos que la única forma de arrancarle compromisos serios a los políticos es poniéndolos en jaque cuando más ojos tienen encima. Por eso las huelgas de pilotos se montan cada año en la operación salida de principio de verano o en los puentes en los que viaja gran parte de la población. Por eso los médicos de Ceuta y Melilla han protestado durante la campaña electoral.
Los sindicatos lo hacen así porque entienden que el Gobierno no permitirá que el usuario de los servicios públicos termine siendo rehén de un conflicto que en nuestro caso está engordando las listas de espera con miles de consultas suspendidas sin que, hasta el momento, exista un acuerdo en firme para acabar con esto.
Es lo que tiene depender del Ingesa y no tener las competencias transferidas. Como los jefes están en Madrid, lo que pasa en Melilla les queda un poco lejos y total, es Melilla, dirán como quien habla del fin del mundo.
Los usuarios de la sanidad pública estamos hartos de recibir servicios precarios en esta ciudad. De nada nos sirve tener buenos profesionales si al final terminan machándose si no han nacido aquí. Y así no se construye una sociedad sólida; con gente que va y viene y que cruza los dedos para no enfermarse de este lado.
¿Cuánto nos estamos gastando en traslados de pacientes en helicóptero a hospitales de Málaga? ¿Por qué no tenemos esos servicios en Melilla?
De eso hablamos cuando hablamos de abandono. De desidia; de falta de interés por resolver el problema; de incapacidad para negociar; de exceso de ganas de aburrir a los huelguistas. En el Ingesa piensan en todo, menos en los pacientes.