Cada mañana se repite el mismo paisaje en las puertas de numerosos centros escolares de la ciudad. La rutina de llevar a los hijos al colegio se convierte en un ir y venir de coches que paran, con suerte, en la puerta del centro escolar, o que estacionan unos metros más allá en segunda fila o sobre la acera hasta que los pequeños cruzan la puerta de la escuela. Esta es la pesadilla de un padre que lleva a su hijo a La Salle cada día y tiene que sortear numerosos vehículos mal aparcados en las proximidades del centro en su trayecto a pie.
Este testimonio, que quiere permanecer en el anonimato, es uno de los padres de alumnos que critican el exceso de vehículos en las puertas de colegios y de los que exigen crear más y mejores caminos escolares para garantizar la seguridad de los menores y reducir el riesgo de accidentes viales.
“Cada vez hay más coches y menos espacio para aparcarlos”, dicen desde Melilla ConBici
El presidente de la asociación Melilla ConBici, Javier Bocanegra, se suma a esta serie de críticas y señala que es una dinámica habitual tras la ‘vuelta al cole’. “El curso escolar está asociado a una problemática cada vez más común: hay más coches y menos espacio donde aparcarlos”, explica Bocanegra a El Faro. Esta sería una de las razones por las que las puertas de los colegios se colapsan en hora punta. Sin embargo, hay más. El presidente de Melilla ConBici y miembros de la Mesa de Movilidad recalcan la poca relevancia que tiene el transporte público en la ciudad, ya que “sólo un 7% o un 9% lo usa”, cuando podría ser una herramienta para descongestionar el tráfico y las zonas escolares.
Medidas anticoches
Bocanegra reconoce que hay otras medidas que se pueden aplicar para acabar con las aglomeraciones de coches en las escuelas y reducir la posibilidad de accidentes viales. Entre ellas, además de impulsar los caminos escolares y habilitar carriles bicis “útiles”, propone escalonar la hora de entrada y salida por cursos (o según el criterio que los centros consideren más acertados) a los colegios para que la llegada de alumnos no sea masiva.
Otra de las iniciativas que podrían aplicarse, según Bocanegra, sería la de ‘Kiss and go’, que consiste en dejar a los niños en una zona apeadero próxima al colegio, alejada de los coches y aparcamientos, para que los vehículos paren el mínimo tiempo para que los niños bajen y arranque de nuevo. El presidente de Melilla ConBici también menciona la ‘app’ móvil ‘Familyescool’, que permite crear grupos de padres para turnarse a la hora de acompañar a los menores y reducir el número de coches.
Este miembro de la Mesa de Movilidad lamenta que todavía no se haya llevado a cabo la reunión con el consejero de Medio Ambiente, Manuel Quevedo, que estaba prevista para el pasado mes de septiembre, para tratar este y otros temas de movilidad vial.
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