Un hombre se enfrenta a una posible condena de seis meses de prisión como presunto autor de un delito de hurto. Según sostiene la Fiscalía de Melilla en su escrito, el acusado sustrajo una bicicleta “con ánimo de enriquecerse de forma ilícita” al ver que la habían dejado apoyada en la pared de un establecimiento del Rastro. Un hombre salió corriendo tras él y, al darle alcance, se produjo un forcejeo entre ambos del que el procesado logró zafarse, dejando la bicicleta tirada en el suelo. Cuando el dueño del vehículo terminó capturándolo, el encausado intentó excusarse diciendo que todo había sido “una broma”. Así lo expuso también en el juzgado de guardia.
Estos hechos tuvieron lugar el día 2 de este mes, sobre las 12:00 horas, en la calle Martínez Campos. Los mismos fueron ayer enjuiciados en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, aunque el acusado no compareció en el juicio. Sin embargo, como la pena que le solicita el ministerio fiscal es inferior a los dos años de cárcel, la vista pudo celebrarse en su ausencia. De lo contrario, hubiera tenido que suspenderse y aplazarse hasta nueva fecha.
El primer testigo que declaró señaló que vio a un hombre robando una bicicleta que habían dejado apoyada en la pared de un establecimiento. “Era una nueva, de las que llevan batería”, detalló el declarante. Él salió corriendo tras el ladrón, que huyó por la carretera, aunque cayó al suelo cuando este le dio alcance.
Sin embargo, el encausado consiguió escapar, mientras que el testigo se tropezó con la bicicleta que estaba tirada en el suelo y se hizo daño con el pedal, según contó. “Todavía tengo lesiones”, dijo el testigo, quien reclamó por ellas.
Por otro lado, el dueño del vehículo explicó que él dejó la misma apoyada en la pared de un negocio porque entró en el mismo para saludar a un amigo. Entonces, escuchó a alguien exclamando: “La bicicleta, la bicicleta”. Al salir corriendo de la tienda vio cómo un individuo se había dado a la huida con la misma.
“Un amigo consiguió coger al tío que se la había llevado y la bicicleta se cayó al suelo”, relató. Según contó, después de que su amigo cayera sobre la bicicleta, él continuó persiguiendo al ladrón. “Al final logré retenerlo cerca de San Francisco de Asís”, apuntó. “Él me dijo que todo era una broma pero, ¿qué broma me iba a gastar él a mí?”, sostuvo el testigo. Según contó, pudieron dar alcance al individuo porque el motor de la bicicleta no estaba en funcionamiento, por lo que le costó arrastrar el vehículo.
En la vista de ayer también declaró un agente de la Policía Nacional. Según manifestó, él y su compañero recibieron el aviso cuando estaban en el coche patrulla. Cuando llegaron al lugar de los hechos, ya tenían al procesado retenido. “El acusado nos dijo que sólo estaba gastando una broma.
Tras escuchar las versiones de los testigos, solicitó el dictado de una sentencia condenatoria. Además de reclamar una pena de un año de prisión, pidió que indemnizase tanto al dueño de la bicicleta, como al testigo que se lesionó en la persecución, con 150 euros para cada uno.
La defensa, sin embargo, pidió el dictado de una sentencia absolutoria. Según expuso, en fase de instrucción su cliente había manifestado que cogió el vehículo porque pensaba que estaba abandonado. En este sentido, señaló que no existían pruebas suficientes para condenar a su representado. La magistrada tendrá que decidir.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…