El atraco fue cometido por 4 personas, pero la víctima sólo reconoció a la acusada, que portaba una navaja.
El Ministerio Fiscal solicitó ayer una pena de cuatro años de prisión para una joven marroquí que presuntamente atracó a punta de navaja a un melillense en el Parque Hernández. Los hechos sucedieron el 2 de abril de 2013 y ayer se celebró la vista por esta causa en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla.
La acusada, I. F., precisó de un traductor para prestar declaración ante la juez. Según afirmó a preguntas de la fiscal, cuando sucedieron los hechos enjuiciados se encontraba en el parque “tomando unas cervezas con un amigo”.
Indicó que éste empezó a “gritar a otro” que se encontraba allí y que los dos chicos llegaron a las manos. “Intenté separarlos”, aseveró, y añadió que al llegar la Policía al parque, uno de los jóvenes declaró que ella estaba participando en la pelea.
Declaración de la víctima
La fiscal fue directa al grano y le preguntó a I. F. si había puesto “una navaja en el cuello” a A. C., el denunciante, a lo que la acusada respondió que no.
La versión del joven que sufrió el atraco, quien testificó a continuación, fue muy diferente a la que la inculpada relató.
A. C. señaló a preguntas de la fiscal que sólo conoce a la acusada desde “el día de los hechos”. Según recordó, venía de hacer unas compras en una tienda “cerca de la Cruz de los Caídos” ubicada en la Avenida Duquesa de la Victoria. Después continuó camino y entró en el Parque Hernández.
“Ella me tapó la boca y me puso la navaja a fin de amedrentarme”, declaró el denunciante a preguntas del Ministerio Fiscal.
El abogado defensor de I. F., que renunció a interrogar a su cliente, pidió a la víctima que le contara cómo se encontró con la presunta autora del robo.
“Ella se acercó a mí para pedirme un cigarro”, manifestó A. C. y añadió que un chico que iba con ella lo golpeó “en la cara”. Afirmó que tras el golpe se le nubló la visión y cayó al suelo.
Logró levantarse y fue entonces cuando I. F. le “tapó la boca” y le amenazó con el arma blanca. “Era de noche y recuerdo el brillo del filo del cuchillo”, contó.
A. C. agregó que junto a la acusada había tres chicos que le golpearon y que uno le robó el móvil, aunque no pudo verle la cara.
Guardias del parque
Un guardia de seguridad del parque que ayer prestó testimonio indicó que, tras escuchar gritos de auxilio, se acercó junto a otro compañero al lugar de los hechos. Pudieron atrapar a la chica y a dos de los chicos, pero el otro “huyó”. A preguntas del letrado de la defensa, admitió que no vio a la acusada con el cuchillo en la mano.
El último en testificar fue un policía nacional que acudió con una patrulla tras ser avisado por los guardias del parque. Declaró que encontraron “una navaja” en el lugar y que el denunciante “reconoció a los autores” del atraco.
Sin embargo, la única acusada en este proceso fue I. F., que según A. C. es la que llevaba la navaja y le amenazó.
La fiscal calificó el delito de “robo con fuerza con instrumento peligroso” y proclamó que quedó probado que la acusada “robó y contribuyó a la realización del hecho”.
Sin embargo, la defensa pidió la absolución al estimar “contradictorias” las versiones de los testigos. Añadió que los guardias y los policías “no presenciaron los hechos” y que “la declaración de la víctima no es suficiente” para determinar la culpabilidad de su cliente.