En uno de los juicios que han tenido lugar esta semana en el Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla, dos hombres, que son hermanos, han sido acusados de un delito de robo con fuerza por el que el Ministerio Fiscal solicita que se les impongan tres años de cárcel. Los inculpados supuestamente se llevaron una caña de pescar y otros objetos, como un radiocasete que presuntamente arrancaron de su sitio.
El suceso ocurrió sobre las 2:30 horas de la madrugada del 19 de mayo de 2014 en la calle Teniente General Gotarredona, junto a los pabellones militares.
“Iba a recoger a mi hermano”
El primero en declarar, de iniciales H. A., admitió que estaba en la calle citada, pero negó a preguntas de la fiscal que “fracturara el salpicadero y la ventanilla de un vehículo”. “Yo iba a recoger a mi hermano”, aseguró.
H. A. dijo luego a los abogados de la defensa que “no llevaba nada encima” cuando llegaron los agentes de la Policía Nacional que lo arrestaron. “Me pidieron la documentación y me dijeron que los acompañara. En la comisaría, me dijeron que quedaba detenido por robo con fuerza en las cosas”.
F. A., hermano del anterior, fue arrestado en las escaleras de un edificio de la calle donde se cometió el robo. “Estaba esperando a mi novia”, dijo, con lo que no confirmó la versión aportada justo antes por su hermano.
Según la fiscal, en el portal del inmueble estaban los efectos sustraídos del coche, algo que él negó. Después, dijo a los letrados de la defensa que su pareja “vive a 50 metros de ahí”.
A continuación testificó R. V., el dueño del vehículo, quien afirmó que, a la mañana siguiente, bajó y se lo encontró “forzado”, con la “ventanilla trasera rota” y el salpicadero también fracturado. “Habían arrancado el radiocasete, se llevaron la caña de pescar y más cosas que no recuerdo”.
“Indicios bastantes”
Después declaró un policía que detuvo al acusado que estaba dentro del portal de la casa. Según indicó, en ese lugar había una bolsa con los utensilios robados. “El portal estaba abierto con la luz encendida”, dijo. De acuerdo con su testimonio, F. A. estaba “escondido en la última planta” y “decía que iba a ver a un amigo”. Además, subrayó que a esa hora “no había nadie por la calle” (aparte del otro detenido), lo que estimó como “indicios bastantes”.
Un segundo agente confirmó la versión de su compañero y añadió que F. A. “disimulaba hablando por el móvil en una cuarta planta a las tres de la mañana”.
Navaja multiusos
Otros dos agentes, que fueron los que detuvieron en la calle al otro acusado, afirmaron que llevaba una “navaja multiusos”.
La Fiscalía mantuvo su petición de tres años de cárcel para cada uno de ellos y subrayó que son “reincidentes”. La defensa, sin embargo, solicitó la libre absolución, al considerar que nada acredita que sus clientes robaran dentro del coche.
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