La Asociación Marroquí de Derechos Humanos-Sección Nador (ADMH Nador) informa que las 41 personas que llegaron a la isla de Tierra habrían sido devueltas "a la fuerza desde suelo español a Marruecos". Es una información que facilita la organización de Alarm Phone en Twitter. Añaden que esta devolución habría ocurrido "sin el procedimiento legal establecido, sin abogados, sin traductores y ¡sin respetar la voluntad y el derecho de las personas a solicitar asilo!".
Por otro lado, la periodista Helena Maleno y activista en Caminando Fronteras, que hacía un repaso de los hechos acaecidos este sábado, informaba que habían pasado "más de doce horas" desde la última llamada en la que se vieron obligadas a cortar la comunicación por la actuación de los agentes que habrían llegado a la isla. "Seguimos sin noticias de ellas. Sus vidas pueden haber corrido un grave peligro", dijo en su cuenta de Twitter.
Tal y como informaba El Faro, desde el Servicio Jesuita a Migrantes señalaron que, desde que supieron la noticia, trasladaron a Delegación del Gobierno en Melilla la petición de traer al grupo a la ciudad autónoma, situada a algo más de 100 kilómetros. En el escrito enviado a Delegación subrayan que el grupo había 20 mujeres y menores de edad y solicitan el despliegue inmediato de los recursos necesarios para su rescate, que se haga un análisis individualizado de la situación de cada uno de ellos y que se garanticen sus derechos formales, como la asistencia letrada o de un intérprete.
Este sábado a primera hora de la mañana varias organizaciones alertaron de la presencia de un grupo de 41 personas en la isla de Tierra, situada frente a la bahía de Alhucemas y de soberanía española. Las ONG Alarm Phone y Caminando Fronteras también estuvieron en contacto con el grupo de personas durante toda la jornada. Alarm Phone recalcó que “entre las personas varadas en el islote hay malienses y burkineses que han huido del terrorismo que asola sus países".
Desde Caminando Fronteras informaron este sábado que las cuarenta y una personas proceden de siete países diferentes: Bangladesh, Burkina Faso, Camerún, Costa de Marfil, Mali, República Democrática del Congo y Senegal. Entre ellos hay tres mujeres embarazadas, dos bebés y cuatro niños y niñas de entre ocho y quince años. “Los militares españoles negocian junto a sus homólogos marroquíes una expulsión colectiva y sin garantías”, señalaron por la mañana.
Maleno indicó que once de ellos que fueron trasladados a la isla de Mar, también territorio español, y ahí fue cuándo perdieron el contacto con ese grupo, entre los que había un bebé y una mujer embarazada. Indicó que el bebé se encontraba en mal estado porque pasaron todo el día sin víveres y no paraba de llorar por la sed. “C’est pas facile, c’est pas facil, donc on va mourir sur cette île ici? (no es fácil no es fácil ¿es que vamos a morir en esta isla?), se preguntó un miembro del grupo en un audio enviado.
“Si los devuelven directamente desde la Isla de Tierra vulneran la ley, máxime por lo que respecta a mujeres y niños”, señalaron desde el Servicio Jesuita a Migrantes.
Desde el lado rifeño, a las 20:00 horas la Asociación Marroquí de Derechos Humanos informaba que el grupo de personas seguía esperando junto con la Guardia Civil española, que hacía horas que había llegado. Poco después, un grupo de antidisturbios españoles fue enviado a la isla de Tierra, ubicada frente a la bahía de Alhucemas y de soberanía española, tras la llegada de las 41 personas de origen subsahariano.
Desde la organización Caminando Fronteras señalaron que se lanzó gas lacrimógeno, por lo que muchos del grupo empezaron a toser, y además fueron golpeados. Al parecer, llegaron en helicóptero a la zona.
Caminando Frontera tuvo contacto con este grupo de personas hasta que las autoridades españolas les quitaron los móviles. La ONG anunció que iba a poner una queja al Defensor del Pueblo. “No sabemos dónde están ni cómo están, hemos escuchado gritos, insistimos en llamar y entonces ha cogido un señor español el teléfono de la chica y le ha dicho otro ‘cuelga, cuelga’", relató Maleno a El Faro.
La periodista aseguró no entender por qué estas mujeres sufren violencia cuando ya están huyendo de las que sufren en Marruecos y en sus países de origen. “Fueron violentadas con material militar cuando ellas no tenían nada con qué atacar ni lo habían hecho, ni era violentas, son mujeres que huyen de la violencia de su país y de la que han sufrido en Marruecos y que han sufrido ahora violencia de otros hombres”, indicando que tienen perfiles asilo y urgentes, como de víctimas de trata. “Ya no hay líneas rojas, todo vale”, expresó Maleno sobre la política del Gobierno.
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