“¡No somos números, somos personas!”, gritaban los profesionales de la sanidad que este jueves se manifestaron en la puerta del Hospital Comarcal para reclamar al Ingesa un incremento de la plantilla lo antes posible y en todas las categorías. Todos los sindicatos de sanidad estaban de acuerdo en esta convocatoria y arrastraron a medio centenar de personas a la calle para reclamar, entre otras cuestiones, que se establezca de una vez la promoción interna temporal.
La delegada sindical de UGT, Marisabel Alcalá, aseguró que desde hace once años no se convoca una promoción de este tipo en Melilla. Remarcó que en estos años son muchos los profesionales que se han formado y que no pueden ascender porque no se convoca este concurso. Insistió en que hace falta mucho personal y el Ingesa no toma cartas en el asunto.
El secretario general de SATSE, Carlos García, afirmó que la principal reivindicación que tiene es que no se puede llegar a ningún cuerdo con el Ingesa. “Somos el único servicio de salud en el que no se pacta ni se negocia el Plan de Recursos Humanos ni los permisos ni las vacaciones ni las licencias”, remarcó.
El representante de la enfermería aseveró que están “cansados” de esta actitud del Instituto y que precisan de se escuche a los trabajadores que se están manifestando. Indicó que es preciso llegar a acuerdos con el Ingesa, de la misma forma que el resto de los funcionarios de otras administraciones acuerdan mejoras con las diferentes entidades.
“No todo sea una imposición a base de resoluciones del Ingesa por que así llevamos de entre ocho a diez años”, aseveró.
Por su parte, el secretario general de CCOO, Francisco López, explicó que si han convocado esta concentración ha sido porque el Ingesa no permite negociar nada y solo se hacen las cosas por resoluciones de la Administración.
Es más, López argumentó que incluso los temarios para las oposiciones (OPE) que ha habido recientemente han salido a última hora sin consultar con los sindicatos y con un periodo muy corto de tiempo para que la gente se pueda preparar para estos exámenes.
El representante de CCOO destacó que también están “cansados” de que el Ingesa sea el único servicio de salud que no tiene promoción interna temporal.
Asimismo, subrayó que hay un hartazgo porque hay vacantes que no se han presupuestado y se han perdido porque es plantilla que ya no forma parte del Ingesa. Sin esas vacantes ocupadas hay menos personal y repercute en que los profesionales tienen más presión asistencial y la calidad del servicios que se presta no es la mejor.
Uno de los problemas que señaló CCOO sobre la plantilla es que el Ingesa no reconoce nunca la población flotante que atienden los centros de salud y el hospital y, por lo tanto, no se adapta a las necesidades reales de personal a la demanda que hay en la sociedad.
Además, remarcó que hay vacantes que se están cubriendo con contratos concatenados de tres en tres meses en lugar de que hubiera un interino o un funcionario desde hace ocho años.
La secretaria autonómica de Técnicos en Cuidados de Enfermería (USAE), María del Carmen Guerrero, indicó que era el momento de salir a la calle porque “Madrid no nos hace caso y todo lo saca por decretazo y por resoluciones”. Aseveró que se hacen reuniones en la capital, pero el Ingesa no permite la negociación. “Nos hacen caso omiso y miran para otro lado”, lamentó Guerrero que indicó que antes estaba el PP y ahora está el PSOE y nada cambia.
Destacó que ya es hora de dar una solución a esta situación porque falta plantilla y no se lleva a cabo la promoción interna temporal. “Este verano ha sido un disloque la contratación de personal”, remarcó porque con la ley de incompatibilidades ha habido profesionales que tenían que dejar su trabajo para poder coger la oferta del Ingesa.
Además, Guerrero lamentó que la oferta de empleo haya llegado con un temario muy extenso tras muchos años sin convocarse ninguna. “Como españoles nos tenemos que conocer la legislación, pero el Ingesa debe entender que lo que debemos saber hacer es trabajar en el hospital”, indicó la sindicalista que aseveró que se podría haber hecho un examen más sencillo para el personal y que se hubiera contado más los años de trabajo en el centro hospitalario o los centros de salud. Y para los que han suspendido este examen, demandó un pacto de reubicación para que estas personas puedan contar con un trabajo tras años entregando lo mejor de ellos mismos, puesto que insistió en que hay que proteger al personal porque el Comarcal es el único hospital que hay en Melilla.
Por último, el vicepresidente de CSIF Melilla, Sergio Ramírez, indicó que hay que solicitar más medios, inversión y profesionales para la sanidad melillense porque está “francamente mal”. Aseguró que si sale adelante es gracias al esfuerzo de los profesionales.
Inmaculada Salazar es una auxiliar de enfermería que lleva casi catorce años trabajando en Urgencias. Es una de las afectadas por la oferta pública de empleo y la falta de un pacto de reubicación. Se irá a la calle si los sindicatos no logran convencer al Ingesa de la necesidad de hacer ese reajuste de la plantilla. Habrá muchos profesionales con mucha experiencia que durante años han tenido contratos malos que se van a perder porque no han aprobado un examen muy técnico y plagado de leyes que no valora sus capacidades de atención y asistencia a los pacientes, explicó esta afectada.
“Hemos comido en estos años mucha precariedad en los contratos firmando uno cada tres días y estando hasta 27 sin parar de trabajar y sin ningún día de descanso”, aseveró Salazar, que indicó que han tenido que rubricar muchos “contratos basura”.
Esta auxiliar de enfermería remarcó que es “muy injusto” que este y otros colectivos no vayan a tener un plan de reubicación como se hizo en 2008. En aquel año hubo una oposición muy sencilla que permitió a mucha gente con experiencia y años de trabajo lograr una plaza y, además, se contó con un proyecto para que los que no lograron aprobar siguieran aportando su profesionalidad en otros ámbitos con esa reubicación. Se pregunta por qué ahora no se ha hecho lo mismo.
Muchas de sus compañeras, como ella, tienen una edad en la que han perdido el hábito de estudio, tienen muchas “obligaciones” y la oferta de empleo para sacar plazas de auxiliares se convocó con muy poco tiempo de antelación para que les diera tiempo a prepararse bien para el examen.
“Nos viene muy grande y muchas hemos suspendido. Me parece muy cruel y muy injusto que tras catorce años trabajando te tenas que ir a la calle. ¿Qué hacemos? ¿Dónde vamos? Si ya con esta edad no nos cogen ni en Zara para doblar camisetas”, aseveró.
Insistió en que 2008 un 80% de las personas que llevaban trabajando más de 15 años logró aprobar y las que no, tuvieron su reubicación porque el Ingesa entendió que había que aprovechar esa experiencia de personas de más de 50 años.
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