El centro de recepción de vehículos usados al final su vida útil situado en el número 75 de la carretera de Hidum, parcela popularmente conocida como Los Claveles, podrá seguir desarrollando su actividad y ampliarla a la de tratamiento de las unidades que reciba y venta de sus repuestos.
Así lo aprobó en la jornada de ayer el Pleno de la Asamblea con los votos a favor del Grupo Popular y de Coalición por Melilla (CpM). Por su parte, el Grupo Socialista y Populares en Libertad (PPL) se abstuvieron.
La autorización concedida por la Ciudad Autónoma supone una extensión de la aprobada en 2009 para que este centro pudiera dedicarse a una actividad industrial como la recepción de vehículos en una parcela de suelo rural. Ahora, la licencia se extiende al tratamiento de los vehículos. El permiso expirará en el año 2019, una década después de la rúbrica de la primera autorización.
Defensa de CpM
El único grupo de la oposición que defendió esta iniciativa fue el de CpM. Su portavoz, Hassan Mohatar, consideró que se había hecho justicia con esta empresa privada, habida cuenta de que se lleva dedicando a la misma actividad desde hace 30 años. Eso sí, apuntó que el Gobierno local “metió la pata” cuando en 2001 decidió crear un centro gestionado por el ente público Remesa con las mismas funciones: La recepción y tratamiento de vehículos usados.
“En aquel entonces, se debería haber abierto un concurso público para que empresas privadas se hubiera hecho cargo de este servicio”, recalcó Mohatar. Además, aseguró que las instalaciones públicas “no son rentables” y que registran unas pérdidas anuales de entre 40.000 y 60.000 euros. Además, aseguró que hay otras dos empresas en la misma situación que la de la finca Los Claveles, dedicándose a esta actividad industrial en suelo de uso rural. “Ambas han pedido permiso a la Ciudad Autónoma para normalizar su situación, pero no se les ha hecho caso. Han provocado ustedes un agravio comparativo”, apuntilló el diputado cepemista.
Por su parte, el socialista Dionisio Muñoz aseguró que este asunto pasó ayer por el Pleno de la Asamblea sin cumplir con todos los requisitos y permisos legales. Afirmó que echaba en falta un informe de la Consejería de Medio Ambiente sobre el impacto de esta medida en el centro gestionado por Remesa. “Esas instalaciones no rinden ahora mismo ni al 50%, incluso se han planteado privatizarlas”, apuntó.
El PSOE, más crítico
En la misma línea, remarcó que este centro público también se encuentra en terreno para uso rural. “¿Qué justificación pueden usar entonces para no dar permisos a otras empresas que se dediquen a la misma actividad?”, agregó. Además, pidió que el asunto quedara sobre la mesa, petición que fue posteriormente rechazada, antes de proceder a la votación de la concesión de licencia.
PPL lo ve “preocupante”
El portavoz de PPL, Julio Liarte, defendió que las pymes de la ciudad “no deben estar sometidas a las decisiones del Gobierno de turno para desarrollar su actividad”. En esta línea, apuntó que la concesión de esta licencia supone “un precedente preocupante”. Además, preguntó al Grupo Popular si habían tenido en cuenta que se trata de un trabajo “muy contaminante”, según la normativa europea.
Por otro lado, subrayó que lo debatido ayer era una concesión de carácter urbanístico, mientras que la Consejería de Medio Ambiente debe dar su visto bueno definitivo. “¿Que pasaría si este departamento no da luz verde a la licencia?”, aventuró el portavoz de PPL. “Si ocurre algo así, sería para pegarse un tiro”, apuntilló.
El encargado de dar respuesta a los tres grupo de la oposición fue el consejero de Fomento, Miguel Marín. En primer lugar, consideró que los reproches de CpM tenían cierto tinte partidista y recordó a Mohatar que en el 2001, cuando se creó el centro de Remesa, no había ninguna empresa con licencia en la ciudad. Además, apuntó que el Ejecutivo local no tenía conocimiento de que actualmente hubiera más pymes en la misma situación que la ubicada en Los Claveles. Además, pidió al cepemista que dirigiera sus críticas a PSOE y PPL, que eran los únicos grupos que estaban poniendo ‘peros’ a la concesión de licencia. “Nosotros los consideramos una medida justa”, afirmó.
Al socialista Dionisio Muñoz le indició que la licencia propuesta contaban con todos los permisos legales necesarios y le acusó de “faltar al respeto”, tanto a los diputados como a los melillenses, “por ir a los plenos sin leerse los expedientes”.
Por último, recordó a Liarte que se trata de dos trámites distintos, el de Fomento y el de Medio Ambiente, pero ambas áreas están plenamente coordinadas. Subrayó que desde el Gobierno local son conscientes de que se trata de un actividad contaminante, razón por la cual el permiso se concede a una empresa que está alejada de zonas residenciales.
Previamente a la votación final, se rechazó la petición del socialista Dionisio Muñoz de dejar el asunto sobre la mesa hasta que se aclarasen algunos puntos de carácter administrativo.
Finalmente, la autorización de actividad vio luz verde con un total de 19 votos a favor, los de populares y cepemistas, mientras que los diputados de PSOE y PPL decidieron abstenerse.
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