Perdón por Pedro de Estopiñán

Hay determinadas cuestiones que se están produciendo hoy en día y que recogen, como no podía ser de otra manera los medios de comunicación, que merecen al menos un comentario porque yo pienso que la ‘chaveta’ se le está yendo a más de uno. Porque lo que pasa en España en determinados momentos jamás se le pasaría por la cabeza a nadie en países como el Reino Unido y Francia. Es más en una de estas naciones se tomaría como un agravio y un insulto para todos sus habitantes. No olvidemos que son naciones que nos llevan años luz de diferencia en determinados asuntos y en los sentimientos patrióticos es uno de ellos.

Vayamos por partes. Ahora resulta que nos encontramos con la intención que tiene el presidente de México, López Obrador, de que el Rey Felipe VI pida perdón por el papel que jugaron los descubridores españoles en la conquista de México en particular y el Descubrimiento de América en general.

Y, por otro lado, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid resulta que los responsables de una mezquita de Sevilla han enviado otro escrito al Rey, como si Felipe VI no tuviera ahora otra cosa que hacer que estar todo el día pidiendo perdón por el papel de España en el mundo, para que también haga un acto de contrición en relación con la Reconquista y en especial el papel de los Reyes Católicos.

Circunstancias como éstas nada más que pueden pasar hacia nuestro país y en nuestro país. Parece que nada más que España fue la responsable de los imperios coloniales que se fueron creando a partir del siglo XV y XVI. Naciones tan importantes como Inglaterra y Francia, igualmente han sido cabezas de auténticos imperios a lo largo y ancho del globo. A ningún mequetrefe de tres al cuarto se le ocurriría escribir a la Reina Isabel II o al presidente Macron en estos momentos para que pidieran disculpas por los posibles atropellos que pudieron realizar en las distintas posesiones que tuvieron en distintos continentes. Y si a alguien se le hubiera ocurrido cometer una insidia de esas características a buen seguro que hubiera encontrado una respuesta adecuada. Y es que esa respuesta adecuada es la que ha faltado por parte del Gobierno español. El buenismo al final no nos conduce a ningún lado, pero a ninguno y lo único que queda al final es la petición del contrario que no encontró respuesta de este lado.

Trasladando todas estas peticiones nada más que no haría falta que algún descerebrado, que los hay y a puñados, saliera ahora diciendo más o menos que Imbroda debería pedir perdón, por poner un ejemplo, por la conquista de Melilla realizada por Pedro de Estopiñán. Si hay quien ha dudado del papel ejecutado por Hernán Cortés en México que no nos extrañe que alguien sea hasta capaz de poner en duda también ese papel de Pedro Estopiñán, enviado por el Duque de Medina Sidonia. Que nadie se vaya a llevar las manos a la cabeza si un día alguno de estos descerebrados pide hasta que quiten su estatua. Todo es posible y más en Melilla.

Quien tenga la oportunidad de leer este artículo, a lo mejor piensa que estoy escribiendo un cuento de ciencia ficción, pero ya sabemos lo de que al final la realidad siempre supera a la ficción. La historia al final se termina escribiendo con hombres como Pedro de Estopiñán o Hernán Cortés.