En la plaza del mercado del barrio de la Victoria han cambiado la rotonda que había por una plazoleta de baldosas. A ambos lados del mercado hay dos zonas verdes con un parque, una de reciente construcción y la otra se está terminando de arreglar. Melilla Con Bici denuncia que el suelo de la plaza se va a convenir en "en una lupa en el desierto" debido al calor que van a desprender esas baldosas cuando se produzcan las cotas más altas de temperatura en la ciudad. Se convertirá en una pequeña "isla urbana de calor".
El presidente de Melilla Con Bici, Javier Bocanegra, explicó a El Faro que se habla mucho del concepto 'isla de calor urbana' donde las temperaturas de la ciudad se van a convertir en un problema de salud pública. Esto está muy relacionado con la producción de gases de efecto invernadero, la captación de partículas y la necesidad de generar espacios verdes en el entorno urbano de forma que se favorezca también el desarrollo de la biodiversidad. "Observamos que se ha perdido una gran oportunidad de desarrollar esos espacios verdes, en un espacio que se podría recuperar", dijo Bocanegra.
Señaló que estas obras son responsabilidad del anterior equipo de Gobierno, cuyo consejero de Medio Ambiente planificó y ejecutó esta obras que desde la entidad creen que "hacen aguas por todos lados". "Porque este tipo de de infraestructuras lo único que hacen es captar el calor y la temperatura a determinadas horas del día en las que difícilmente se podrá desarrollar vida por la cantidad de calor que hará", explicó.
Los valores positivos que tiene el desarrollo de la masa forestal dentro del casco urbano son diversos. Entre ellos está la reducción de la temperatura, la captación de partículas contaminantes del aire, el apoyo a la biodiversidad, el fomento de terrenos resilientes e incluso ayuda en a la reducción de las enfermedades mentales. "Toda esa serie de oportunidades que aparentemente tenemos a través de el desarrollo de espacios verdes en el entorno, pues viendo esta obra que se ha hecho aquí se pierde completamente", aseveró.
Bocanegra considera que tendría que haberse contado con un grupo multidisciplinar donde hayan intervenido sociólogos ambientales o biólogos hubiesen dado su visión como expertos para fomentar esos espacios naturales dentro del entorno urbano. Y que además parece que no se ha tenido en cuenta que las personas puedan disfrutar de esos espacios ni las exigencias ambientales.. A muchos vecinos esta zona lleva de baldosas también "les llama la atención". Es un espacio de baldosas muy amplio que no se ha aprovechado para comunicar las dos zonas verdes que hay a los extremos del mercado y poder generar así esa sombra que "es tan necesaria".
Pero esta no es una cuestión exclusiva de Melilla, sino que a nivel mundial se está haciendo un llamamiento para la recuperación de espacios. Bocanegra recordó que hay que tener en cuenta que cerca del año 2050 se espera que siete mil millones de personas vivan en entornos urbanos. Pero el entorno urbano a día de hoy no solo se ha convertido en un problema ambiental, sino que las ciudades tienen un componente muy agresivo. "Yo creo que hay que volver a lo natural, desarrollar espacios verdes, darles la importancia que realmente tienen; y esa es una exigencia de la Agencia Europea del Medio Ambiente, que señala que esos espacios verdes deben tener presencia en los Planes de Desarrollo Urbano", indicó.
Por todo ello, las losas hacen de esta plazoleta una isla de calor urbana entre las dos zonas verdes. Hay que tener en cuenta que los árboles tienen la capacidad de termorregularse y mantienen sus hojas a 21 grados; mientras que el asfalto puede estar a una temperatura de 70 grados. "Hay una diferencia enorme de grados al estar debajo de la sombra de un árbol o estar en puro asfalto", dijo. Cree que los expertos o quien tome esta decisiones tienen también la responsabilidad de tener sos factores en cuenta porque además afectan a los colectivos vulnerables.
Además, en esta época convivimos con el COVID-19 y la contaminación ambiental fomenta el desarrollo y expansión del virus, así los sostienen varios estudios, expuso Bocanegra. De hecho según un estudio de la Universidad de Harvard basándose en Estados Unidos, se señala que son las zonas más contaminadas en las que el COVID tiene una incidencia más alta.
Y esas zonas contaminadas son las grandes ciudades. Otro factor interesante, es que en un sistema físico afectado por distintas enfermedades previas, como se ha comprobado a lo largo de esta pandemia, el virus se muestra más perjudicial. "Cada vez que desarrollemos planes de actuación en entornos urbanos, deberíamos tener siempre presente esta línea de desarrollo y de pensamiento, si realmente queremos convertir las ciudades en entornos que no sean tan puramente agresivos", concluyó.
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